lunes, 20 de marzo de 2017

TITULO TENTATIVO


Análisis del Contenido Programático de la Unidad Curricular Vigilancia y Patrullaje en la Formación Profesional Policial de la Universidad Nacional Experimental de la Seguridad

LINEA DE INVESTIGACION


Según los lineamientos manejados por la Universidad Fermín Toro la presente investigación se encuentra adscrita a la línea de investigación:

Investigación y Curriculum

PROYECTO

Modernización - Actualización

TEMARIO

Formación

SITUACION PROBLEMAS


SINTOMAS

Los cambios políticos sociales que ha vivido Venezuela en los últimos años están orientados a construir una democracia participativa y protagónica, en el marco de un Estado de justicia social que universalice los derechos fundamentales, entre ellos la educación, y en este marco al Sistema Educativo Bolivariano le corresponde la formación del/la nuevo(a) republicano(a) capaz de vivir en una sociedad democrática participativa, protagónica, multiétnica y pluricultural, como lo exige la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV) (Istúriz, 2004). 
Entre las principales labores de la policía se cuentan preservar la seguridad ciudadana con apego al respeto de los derechos y garantías consagrados en la Constitución y responder por la seguridad ciudadana y el mantenimiento del orden público en todo el territorio de la República, apegadas a las normas formales previstas en instrumentos legales de distintas índole, con tareas que el funcionario asume obligatorias toda vez que la ciudadanía espera del policía en el desempeño de las mismas.
Así pues, la formación es una pieza clave en todo proceso de mejoramiento continuo de la calidad, competitividad y eficiencia de toda organización, y la policía no está exenta de ello. Mediante la formación las personas pueden asimilar información, aprender habilidades y desarrollar actitudes necesarias para el ejercicio de sus funciones, de acuerdo a la realidad social en que se encuentra.
El servidor público debe ser competente, honesto, transparente, responsable, eficiente y dispuesto a satisfacer demandas de los usuarios con prontitud y deferencia. Todos estos, sin duda, son rasgos de la profesionalización. El policía o la policía requieren formación cuidadosa, porque su oficio es complejo y delicado; también requieren de especial motivación, puesto que el suyo es un oficio noble y sacrificado. Según lo expone el PNUD (2010), la profesionalización de la carrera policial es pues un capítulo obligado en el esfuerzo de mejorar la seguridad de los ciudadanos y las ciudadanas.
La Universidad Nacional Experimental de la Seguridad (UNES) es una institución de educación superior especializada, cuya misión principal es formar para transformar a los funcionarios que prestan el servicio de seguridad ciudadana. La Universidad garantiza el derecho a la seguridad, con una formación integral de base, continua, diversificada, transdisciplinaria y actualizada. Además, sustenta su modelo educativo en la visión del ser humano como centro y sujeto de aprendizaje, buscando lograr la profesionalización y dignificación de la labor de los órganos de seguridad del Estado, en pro de la garantía efectiva de derechos para todas las personas.
La UNES asume la formación del funcionario policial bajo los principios de justicia social, respeto a los derechos humanos, igualdad de género, diversidad e interculturalidad, cooperación solidaria, participación ciudadana, calidad, pertinencia, formación integral, educación a lo largo de toda la vida, vinculación con los planes de desarrollo nacional y cooperación internacional a través de una malla curricular que abarca una serie de disciplinas o unidades curriculares necesarias para el buen desempeño del personal policial en el cumplimiento del servicio de seguridad ciudadana..
La unidad curricular Vigilancia y Patrullaje está inmersa en esta malla curricular adquiriendo gran importancia, en la formación de funcionarias y funcionarios policiales que deben responder a las solicitudes y requerimientos de las ciudadanas y ciudadanos de manera inmediata debido a la cercanía hacia la comunidad. En consecuencia, todo esto hace que esta unidad curricular sea imprescindible, ya que mediante su puesta en práctica se logran estrechar vínculos importantes con la ciudadanía, en virtud de que la presencia y la cercanía de la funcionaria y el funcionario policial, a la gente, genere confianza y seguridad, lo cual incide además en su disposición para la participación ciudadana, cuestión obviada por el contenido programático que actualmente se imparte en la UNES.

CAUSAS QUE LO GENERAN Y CONSECUENCIAS

Con base a los planteamientos expuestos en los párrafos anteriores, surgió la inquietud de analizar, evaluar y sugerir un posible cambio del contenido programático de la unidad curricular técnico especializada vigilancia y patrullaje dictada en el Programa Nacional de Formación Policial de la UNES.
Cabe acotar, que en el caso de que la formación de los discentes de todos los niveles en la UNES, en cuanto a esta unidad curricular, no se esté aplicando de manera actual y práctica, tal y como lo prevé la ley, ya que desde el año 2009 la malla curricular no ha sido reformada ni actualizada, lo que traería como consecuencia que los discentes perderían la oportunidad de actualizar su formación en materia policial relacionadas a las últimas técnicas a nivel de supervisión y operatividad, entre otros.
Por consiguiente, se plantean las siguientes interrogantes:
¿Qué contenidos programáticos se desarrollan en la unidad curricular Vigilancia y Patrullaje del Programa Nacional de Formación Policial de la UNES?
¿Cómo se aplica la preeminencia de la práctica y de la experiencia de los funcionarios policiales en el proceso de formación en la unidad curricular Vigilancia y Patrullaje del Programa Nacional de Formación Policial de la UNES?
¿Qué estrategias se pueden diseñar para el mejoramiento del contenido programático de la unidad curricular Vigilancia y Patrullaje del Programa Nacional de Formación Policial de la UNES?

OBJETIVOS DE LA INVESTIGACIÓN


Objetivo General
Analizar el contenido Programático de la Unidad Curricular Vigilancia y Patrullaje adscrita al Plan Nacional de Formación Policial de la Universidad Nacional Experimental de la Seguridad para la optimización del proceso de formación profesional del funcionario policial.

Objetivos Específicos
  • ·       Examinar los contenidos programáticos para el  diagnóstico de las debilidades que presenta la unidad curricular Vigilancia y Patrullaje del Programa Nacional de Formación Policial de la UNES.
  • ·        Determinar la preeminencia de la práctica y de la experiencia de los funcionarios policiales en el proceso de formación en la unidad curricular Vigilancia y Patrullaje del Programa Nacional de Formación Policial de la UNES.
  • ·     Diseñar estrategias para el mejoramiento del contenido programático de la unidad curricular Vigilancia y Patrullaje del Programa Nacional de Formación Policial de la UNES. 


IMPORTANCIA DE LA INVESTIGACION


La relevancia académica de esta investigación se encuentra en la necesidad de la actualización de los contenidos programáticos de una de las unidades curriculares técnico especializadas del PNF Policial necesaria para el cumplimiento de las funciones policiales por parte de los funcionarios al momento de ejercer su labor. Esto traería como consecuencia una revisión y posterior reestructuración de los demás contenidos programáticos de las diferentes unidades curriculares que conforman el pensum académico, lo que acarrearía gran relevancia académica.
Lo anterior se puede sumar al hecho de que toda la investigación presenta gran relevancia teórica práctica, ya que se realizaría basada en la teoría planteada en los contenidos programáticos, en la legislación vigente y en la experiencia tanto de los funcionarios activos como de la facilitadora de esta unidad curricular perteneciente al Programa Nacional de Formación Policial de la UNES.
La relevancia metodológica viene dada en que la investigación ha sido diseñada como investigación de campo lo que permitirá trabajar con la experiencia que los funcionarios policiales activos traen al ambiente de clases. Al realizar prácticas policiales fundamentadas en noticias, experiencia y hecho reales a los discentes del proceso II-2015 y I-2016, se obtienen mejores resultados en cuanto a su desempeño al momento de abordar una situación conflictiva, por lo tanto se optimiza el cumplimento de las funciones policiales en pro de la seguridad ciudadana.

 De lo anteriormente comentado, se infiere que la reforma que se plantea se hace necesaria, ya que se adicionarán temas de interés para el mejor funcionamiento del servicio y eliminará contenidos que son redundantes para esta unidad curricular. Desde el punto de vista práctico se asumirán técnicas de vigilancia y patrullaje desde la buena práctica policial y la experiencia de calle reforzando la teoría. Desde el punto de vista policial, se establecerán estrategias de prevención del delito que rigen el nuevo modelo policial, las cuales serán aplicadas por el y la discente  en el ejercicio de su actuación policial.

SUSTENTO TEORICO

Antecedentes de la investigación


Con la finalidad de identificar aportes de estudios anteriores que pudieran relacionarse con la presente investigación, se encontraron algunas investigaciones relacionadas con la reforma de contenidos programáticos de unidades curriculares, se presentan a continuación:
Miranda, (2012) realizó una investigación titulada “Los retos de la reforma policial y la capacitación en el marco del estado de derecho y la democracia en México”, trabajo de grado presentado ante la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, para optar al título de magíster en Derechos Humanos y Democracia. El trabajo se sustentó en una investigación de tipo documental. El objeto de estudio son las propuestas que se originan de la Reforma Policial a partir de su planteamiento en el Plan Nacional de Desarrollo 2007-2012, hasta su concreción en lo que se denomina Nuevo Modelo Policial (N.M.P.).
El primer capítulo de la investigación se refiere a la conceptualización de la Policía dentro del Estado político democrático, y busca poner en el contexto más general la discusión sobre la función policial, cómo debe funcionar dentro del estado ideal de respeto y apego a derechos humanos y los diferentes aspectos que permiten que este modelo sea factible.
En el segundo capítulo, se desarrolla el contexto de la reforma policial en marcha, buscando describir la complejidad de la organización de la Policía en México. Para ello, se describe las características generales de la política pública que configura la reforma y el Nuevo Modelo Policial de la presente administración federal, desde 2006 a 2008, haciendo énfasis en los apartados que sobre capacitación policial se indican en los mismos, con base en los documentos oficiales. 
En el tercer capítulo, se parte de la revisión de las experiencias internacionales sobre reforma policial documentadas en América Latina, extrayendo los puntos relevantes sobre capacitación policial. Se establece la importancia de la capacitación dentro de todo el sistema, y conforme a esto, se realiza una investigación de tipo cualitativa que permite recoger y analizar información de los actores involucrados en la reforma de la Policía.
El autor concluyó que se requiere efectuar cambios integrales, estructurados y con visión sistémica que deben abarcar también la cultura organizacional de la institución policial, que es también un principio para la reforma policial democrática, pueden ser identificados en los instrumentos con conceptos como: formación y capacitación policial, profesionalización.
Al consultar esta tesis antes mencionada, se pudo constatar la importancia que reviste la óptima formación policial en el cumplimiento de las funciones de seguridad ciudadana por parte de los organismos policiales para ejercer la democracia y el apego a los derechos humanos, considerando estos aspectos como información fundamental para el desarrollo de las bases teóricas.
Castro (2014) realizó una investigación titulada “La Evaluación Curricular de la Carrera de Administración (Núcleo Anzoátegui)”. Este Trabajo de Ascenso de la licenciada teniendo como objetivo el proceso de revisión curricular guiado por la coordinación de carrera de Administración de la Escuela de Ciencias Administrativas del Núcleo de Anzoátegui de la Universidad de Oriente, ante la desactualización de la malla curricular en dicha carrera. Utilizando el paradigma positivista con enfoque cuantitativo con un diseño de investigación evaluativa, propone un el plan de estudio moderno para la carrera y cita algunas recomendaciones para futuras reformas.
Conclusiones del trabajo: Realizar la actualización y/o transformación de la programación de las asignaturas vigentes convirtiéndose en un proceso continuo. Así como, la incorporación al plan de estudios de nuevas materias. A través del modelo aquí plasmado se pretende satisfacer las demandas actuales pero el docente debe participar activamente en la revisión y reformulación de los planes y programas de estudio. Esto le exige al egresado que además de poseer los conocimientos básicos que la universidad le brinda, maneje los sistemas modernos de información, domine el idioma inglés y conozca profundamente todo lo relacionado con el ejercicio de su profesión.
Relación con el trabajo de investigación: Este antecedente investigación al igual que la actual investigación realizó un análisis de las unidades curriculares con el fin de detectar debilidades y proponer la actualización de la malla curricular.
Cedeño (2012), llevó a cabo una investigación  para optar al título de magíster en Orientación denominada: “la profesionalización de los oficiales de la Policía Regional del Zulia como una experiencia de desarrollo”. Sustentada en la modalidad cualitativa y los planteamientos de la postmodernidad, con un diseño fenomenológico, utilizando el método hermenéutico. La técnica de recolección de información fue la entrevista a profundidad con cinco informantes claves, para luego efectuar la categorización y la triangulación. El autor concluye que la profesionalización representa la opción para el cambio institucional mediante un adecuado desempeño en el trabajo policial, esto aunado al hecho de que el proceso de formación de los funcionarios policiales beneficia el buen funcionamiento de la práctica policial.
Este antecedente tiene relación con la investigación en curso debido a que la experiencia policial del funcionario de seguridad ciudadana es de vital importancia al momento de formar al discente dentro de la institución policial, actualmente UNES.
Herrera y Vargas (2014) en su trabajo “Análisis y Síntesis de los Cursos Especiales de Grado de la Universidad de Oriente”. Este trabajo de grado realizado como investigación de tipo descriptiva, con enfoque cuantitativo,  presentado por los estudiantes de Contaduría Pública trata de determinar el potencial de los Egresados de la Escuela de Ciencias Administrativas de la Universidad de Oriente Núcleo Anzoátegui para entrar en el campo profesional de acuerdo a las expectativas para seleccionar a un futuro empleado exigidas en el mercado laboral regional.
Conclusiones del trabajo: Para las empresas, lo más importante es contratar a una persona integral que demuestre que cuenta con competencias básicas y/o especiales acordes al puesto de trabajo. Existe un porcentaje significativo de estudiantes que se encuentra en la fase final de su grado universitario que no tiene experiencia laboral; es específicamente este grupo el más expuesto a los riesgos de una mala selección. Esta investigación se relaciona con la investigación e curso porque actualización de la formación profesional permitirá que el egresado combine su capacidad intelectual, sus habilidades técnicas o interpersonales para tener las más altas probabilidades de alcanzar el éxito al momento de la selección cuando egresa hacia el campo laboral.
Muzzio (2013) en su trabajo “Capacitación De los Oficiales del Cuerpo de Policía Nacional Bolivariana (2008-2012)”. Este trabajo de Grado para optar al título de Magíster Scientiarum en Gerencia Pública, fue realizado con el método positivista con enfoque cuantitativo y diseño descriptivo, con el fin de determinar la capacitación y formación de los funcionarios policiales adscritos al Cuerpo de Policía Nacional Bolivariana para comprobar sus potencialidades al momento de cumplir con las funciones inherentes al servicio de policía comunal.
Conclusiones del Trabajo: Se evidenció, que la capacitación recibida por los oficiales del servicio de policía comunal, adscritos al Cuerpo de Policía Nacional, es continua, y que la responsabilidad de la capacitación se distribuye tanto entre la UNES, en el CPNB, y en el Servicio de Policía Comunal, los cuales se encargan de suministrar la capacitación a los oficiales, correspondientes a las necesidades implícitas en el servicio específico al cual están adscritos. Las áreas específicas en las que reciben capacitación los oficiales del servicio comunal, se enmarcan en las siguientes: prevención de delitos, resolución de conflictos comunales, derechos humanos, prevención al maltrato de la mujer, niños y adolescentes, protección y asistencia ante cualquier tipo de desastre, elaboración de actas policiales, entre otras; todas estas actividades de capacitación son llevadas a cabo bajo la planificación del Servicio de Policía Comunal. La UNES, en el proceso de reentrenamiento anual ofrecida a los funcionarios del Cuerpo de Policía Nacional, actualiza las áreas más afines de  la función policial, en las cuales todos los funcionarios (a) del Cuerpo de Policía Nacional deben tener nociones, conocimientos, habilidades y destrezas sin importar el servicio al cual este asignados. Este trabajo se relaciona con la investigación a realizar debido a que la formación profesional del policía debe darse

Bases teóricasFormación: Función clave en las Organizaciones.


Formación y su relación con otros términos.
Antes de abordar los aportes conceptuales sobre la capacitación, es preciso exponer en discusión algunas consideraciones sobre el uso de términos vinculados con el tema, de tal manera de concebir de forma integral el concepto a través del conocimiento de  las diferentes consideraciones y terminologías relacionadas a él, tales como, educación, formación, adiestramiento, entrenamiento , capacitación y desarrollo.
Según Silíceo (2009), a la educación se le define como el proceso humano-social a través del cual se incorpora al ser humano (individuos, grupos, organizaciones e instituciones), los valores y conocimientos de una sociedad dada. Por otra parte, el  autor señala a la educación, como el proceso social básico por el cual las personas adquieren la cultura de su sociedad. Silíceo (2009:16), plantea que “se entiende al fenómeno educativo como un formador cualitativo de la cultura, que basado en los valores humano-sociales vigentes regula la vida del hombre en la sociedad”. Es significativo enfatizar estos conceptos, pues en muchas ocasiones se ha confundido la educación con fenómenos pedagógicos de simple aprendizaje formal, informativo y carente de contenidos axiológicos y culturales.
Por su parte, López y Leal (2002), plantean que la formación no es una finalidad en sí misma, por lo tanto, formar “es cualificar a los empleados para ser competentes. Se forma para adquirir aquellas competencias que permitan cambiar los comportamientos de las personas en su ocupación”.
La finalidad de la formación es lograr la adquisición de conocimientos, habilidades, valores, que modifiquen los comportamientos laborales de los empleados, según las autoras, gracias a la formación mejoran las organizaciones. La formación, en un sentido global, será de calidad cuando los participantes adquieran las capacidades concretas necesarias para ser competentes en su trabajo y conseguir los resultados esperados  por la organización. La formación está directamente relacionada con metas y los objetivos de la administración pública” (López y Leal, 2002:20).
Por su parte, Villegas (1988:205), denota que otros de los términos vinculados a la capacitación es el adiestramiento el cual es el “procedimiento por medio del cual se aumenta la eficiencia en el trabajador así como sus aptitudes y habilidades con el fin de capacitarlo en más alto grado para el desempeño de labores específicas”. De este  modo se entiende que el adiestramiento se imparte con el propósito de enseñar  técnicas y habilidades específicas para el desempeño de una actividad concreta.
El autor hace una distinción de lo que es entrenamiento y educación planteando que esta última involucra el aumento de conocimientos generales a que pueden ser sometido un trabajador o una persona cualquiera con el fin de adaptarlo en el medio en el que debe desempeñarse mediante proceso de aprendizaje. De este modo Villegas (1988), concluye afirmando con que el adiestramiento como proceso orientado a facilitar el aumento de conocimientos de la persona, es indudablemente parte del proceso educativo.
Del mismo modo, el término denominado desarrollo que también es usado con suma frecuencia en el tema relacionado a la capacitación, Villegas (1988: 207), lo define claramente como el “proceso integral de cambio, a que se somete la persona mediante las acciones de adiestramiento y educación”. El autor trae a colación que el INCE (Instituto  Nacional  de  Cooperación  Educativa,  Caracas,  Venezuela),  en  una  de sus publicaciones para el adiestramiento en el área de personal, considerando el punto de vista de la moderna empresa anota que:
“(…) mediante el adiestramiento dirigido, la empresa tiene oportunidad de emplear conocimientos, habilidades y  aptitudes que le son útiles a ella y al empleado mismo. El éxito de la empresa exige un desarrollo óptimo de la labor individual. Esto requiere que se definan y resuelvan las necesidades de crecimiento de cada miembro del personal, lo que se traduce en adiestramiento y desarrollo. Al hacerlo la empresa aumenta su productividad, al paso que el individuo avanza en el dominio del trabajo que le ha sido encomendado”.

Por otra parte, según Silíceo (2009:25), plantea que la capacitación consiste en una “actividad planeada y basada en necesidades reales de una empresa u organización y orientada hacia un cambio en los conocimientos, habilidades y actitudes del empleado o funcionario”. En tal sentido, el autor señala que, para que el objetivo general de una organización se logre plenamente, es necesaria la capacitación debido a que:
“la función de capacitación colabora aportando a la organización un personal debidamente adiestrado, capacitado y desarrollado para que desempeñe bien sus funciones habiendo previamente descubierto las necesidades reales de la organización. Por lo anterior, la capacitación es la función educativa de una organización por lo cual se satisfacen necesidades presentes y se prevén necesidades futuras respecto de la preparación y habilidad de los empleados” (Silíceo, 2009:25).

En este contexto, en cual se discuten las consideraciones sobre el uso de términos relacionados a la capacitación, Klingner (2002), expone que se necesita distinguir entre la formación, la capacitación y el desarrollo de personal, siguiendo a Nadler y Nadler, (1989), quien plantea que, la formación es la educación básica que mejora las habilidades y prepara a los empleados para nuevas responsabilidades y retos. La capacitación es el entrenamiento de los empleados para desempeñar los trabajos existentes de una manera más eficiente, efectiva y responsable. El desarrollo aplica a los empleados y a la organización entera. A los empleados, es la incrementación de las capacidades consistentes con los valores de la organización así como con los requisitos cambiantes; a la organización, es la incrementación de las capacidades de los empleados como equipos para enfrentar las situaciones indefinidas del futuro.
Para evitar problemas semánticos, fue preciso aclarar oportunamente los términos de educación, formación, entrenamiento, formación, capacitación, adiestramiento y desarrollo, puesto que cuando se refiriere genéricamente a la función de capacitación o formación del personal en la organización, se usa indistintamente estos términos, según lo asumido a partir de los planteamientos de los autores mencionados.
La formación incluye el adiestramiento, la capacitación, entrenamiento, y su objetivo principal es proporcionar conocimientos, sobre todo en los aspectos técnicos del trabajo. Tenemos pues, que tanto la formación como el resto de los términos, coinciden entre sí, en uno u otro aspecto, debido que todos se refieren a la inversión destinada a la preparación del personal de la organización para reducir o eliminar la diferencia entre el desempeño actual de los trabajadores y los objetivos propuestos.
Es válido destacar que tanto la educación como el desarrollo del personal tienen mayor amplitud que la formación. Según Klingner (2002), la educación y el Desarrollo se refieren más a el proceso integral del hombre y, por consiguiente, abarca la adquisición de conocimientos, el fortalecimiento de la voluntad, la disciplina del carácter y la adquisición de todas las habilidades adquiridas a través de la capacitación y que son requeridas para el desarrollo de los empleados, incluyendo aquellos del nivel más bajo como aquellos que tienen la más alta jerarquía en las organizaciones.
La formación: Instrumento de Profesionalización de la Gestión Pública
Con el propósito de adquirir un enfoque más inmediato hacia la administración de organismos públicos en relación a la formación y el aumento de conocimientos de los funcionarios,  se  plantea  lo  expuesto  por Klingner (2002),  quien explica que la nueva gerencia pública se considera como un movimiento universal hacia el mejoramiento de la eficacia y transparencia de la gobernación por medio de la aplicación de algunos principios clave subyacentes, tal movimiento ha surgido en los últimos veinte años como resultado de las presiones dentro y a fuera de cada país  hacia el aumento de la capacidad gubernamental y de sus funcionarios, medida en términos tales como la eficiencia, y eficacia. Las presiones hacia la modernización y la democratización han estimulado cambios fundamentales en la estructura y funcionamiento de las organizaciones públicas, entre los principios subyacentes clave se encuentra la formación y capacitación de los funcionarios como parte del proceso de profesionalización y la nueva gestión pública.
Es necesario que, la administración pública latinoamericana desafíe ese viejo modelo de formular la política pública, de forma que esta pueda responder a las funciones específicas con la sociedad, por lo tanto, Añez y López (2005), exponen que, se considera necesario tener en las organizaciones, el personal responsable, eficiente y con un conjunto de conocimiento que le permita ser innovador, productivo y competitivo en su puesto de trabajo, lo cual conduciría a relacionar estrechamente el funcionario a la misión, visión, objetivos y política de la organización.
Para Añez y López (2005), se trata de establecer estrategias orientadas a implantar el compromiso de los funcionarios con sus tareas, la armonización entre las fases y, fundamentalmente, al desarrollo de una gestión basada en el conocimiento, para lo cual es necesario implementar una política de formación y capacitación del personal, convirtiéndose en la respuesta a las necesidades de las instituciones públicas de contar con un recurso humano calificado y productivo, generador de información, de alternativas que permitan la retroalimentación y aprendizaje de los actores involucrados en la política pública, al respecto, Añez y López (2005:173), platean que :
“la capacitación del recurso humano incluye toda actividad orientada a aumentar las capacidades y el potencial del individuo, de modo de mejorar su desempeño actual y futuro, es de hacer notar, que se incluye cualquier actividad que permita a los individuos desarrollar sus capacidades laborales. Esto logra asociar el desarrollo del trabajador con el desarrollo organizacional”.
Profesionalización de la Gestión Pública
La noción de profesionalización de la función pública, es vista según Oszlak (2002), como un proceso a través del cual las instituciones estatales adquieren un conjunto de atributos que, en última instancia, les permiten disponer de personal con las aptitudes, actitudes y valores requeridos para el desempeño eficiente y eficaz de sus actividades. Entre otras cosas, esto incluye poder garantizar a la ciudadanía la profesionalidad y objetividad de los servidores públicos, su vocación democrática y el respeto a los principios de igualdad, mérito y capacidad en las diferentes instancias de la carrera funcionarial, lo cual debe reflejarse en un cuerpo normativo especial.
Es evidente, que para que la administración pública se profesionalice es necesario contar primeramente con un personal altanamente capacitado, con habilidades y destrezas; con capacidades de eficiencia y eficacia, para así poder brindar a la ciudadanía un servicio de excelencia y poder cubrir las necesidades demandadas.
La profesionalización de la administración pública es un proceso encaminado a que el personal al servicio del Estado, y la propia organización publica, obtengan un conjunto de habilidades y atributos. Al respecto Oszlak (2002:06), idoneidad, mérito, objetividad, vocación de servicio, orientación a resultados, honestidad, responsabilidad y adhesión a valores democráticos.
El autor destaca que el servidor público debe ser competente, honesto, transparente, responsable, eficiente y dispuesto a satisfacer demandas de los usuarios con prontitud  y deferencia. Todos estos, sin duda, son rasgos de la profesionalización, tanto del sistema de servicio civil como de sus agentes.
La Seguridad Ciudadana desde una Concepción Humanista.
Según lo planteado en el programa de la Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD); Informe sobre Desarrollo Humano para América Central (2009-2010), la seguridad ciudadana se ha convertido en una de las principales preocupaciones de la población en América Latina y el Caribe y constituye un obstáculo objetivo para el desarrollo humano sostenible. Las personas y comunidades ven restringidas sus opciones reales de vida y de organización debido a las amenazas contra la seguridad personal y patrimonial, así como contra bienes públicos fundamentales.
Una estrategia basada en el desarrollo humano requiere acciones que provean seguridad efectiva para todos los ciudadanos, con libertad, equidad y respeto a las garantías individuales. Según PNUD (2010), la Seguridad efectiva significa la reducción de las tasas de criminalidad y del riesgo de ser víctima de un delito. La Seguridad con libertad implica que la protección de todos los ciudadanos conduzca a que no exista temor y a que todos puedan desarrollar plenamente sus capacidades. Los presuntos autores de delitos también deben ser libres de abusos a sus derechos, los mismos que se deben proteger íntegramente en caso de que sean sujetos de proceso y sentencia legal. Finalmente, seguridad con equidad es la protección universal a todo ciudadano y no solo a quien pueda pagarla.
Seguridad Humana y Seguridad Ciudadana.
Según lo expuesto en el PNUD (2010), la seguridad ciudadana es una modalidad específica de la seguridad humana, que puede ser definida inicialmente como la protección universal contra el delito violento o predatorio. Seguridad ciudadana es la protección de ciertas opciones u oportunidades de todas las personas (su vida, su integridad, su patrimonio), contra un tipo específico de riesgo (el delito) que altera en forma “súbita y dolorosa” la vida cotidiana de las víctimas. Pero la seguridad ciudadana es un concepto mucho más restringido que la seguridad humana: primero, porque se  fija apenas parcialmente en uno de los siete componentes que se incluyen en la seguridad humana (la que llama “seguridad personal”); segundo, porque excluye los daños causados por la naturaleza y, tercero, porque considera solo un tipo particular de acción humana (los delitos contra la vida, la integridad y el patrimonio).
Con todo, y sin negar la importancia de otras dimensiones de la seguridad humana, vale destacar cinco características de la seguridad ciudadana que le dan una centralidad, una urgencia y un cariz muy especiales:
    En primer lugar puede decirse que la seguridad ciudadana está en la base de la seguridad humana.
“En efecto, el hecho de estar vivo es la oportunidad más básica que puede disfrutar un ser humano; la integridad personal es condición necesaria de su libertad y dignidad; y el patrimonio –que es necesario para adquirir casi cualquier bien o servicio– es fácilmente la siguiente oportunidad en importancia. La violencia o el despojo criminal sin duda califican como amenazas “graves y previsibles” contra estas tres oportunidades fundamentales, cuya protección viene a ser el objeto de la seguridad ciudadana”  (PNUD, 2010:31).

    En segundo lugar, la seguridad ciudadana es la forma principal de la seguridad humana.
“Pudimos y aún hoy podemos vivir indefensos frente a la naturaleza –frente a los terremotos, la enfermedad y la muerte–, pero nuestra supervivencia como especie depende de un “contrato social” que nos impida destruirnos los unos a los otros. Lo  contrario sería aquella “guerra de todos contra todos”, el hipotético estado previo a la sociedad donde “el hombre es un lobo para el hombre”, donde se roba y se mata para vivir y donde, para seguir con las palabras clásicas de Hobbes, “la vida humana es solitaria, pobre, desagradable, brutal y breve” (PNUD, 2010:31).

    En consecuencia, y en tercer lugar, la seguridad ciudadana garantiza derechos humanos fundamentales:
“Los cuales, recordemos, “son los derechos que tienen todas las personas, en virtud de su humanidad común, a vivir una vida de libertad y dignidad. Otorgan a todas las personas la posibilidad de presentar reivindicaciones morales que limitan la conducta de los agentes  individuales  y  colectivos  y  el  diseño  de  los  acuerdos sociales, y son universales, inalienables e indivisibles” (PNUD, 2005:16). Por ende, el fundamento de las políticas de seguridad ciudadana no es otro que proteger los derechos humanos “universales, inalienables e indivisibles” de las víctimas actuales o potenciales de la delincuencia” (PNUD, 2010:31).
      En cuarto lugar, y derivado de lo segundo, la protección contra el crimen viene a ser el deber más inmediato del Estado e incluso la razón misma de ser del Estado.
“Lo cual en todo caso implica que la seguridad respecto del crimen es un componente esencial de la ciudadanía y un derecho fundamental del ciudadano o ciudadana, vale decir: que no solo cabe la reivindicación “moral” sino que existe una base jurídica para exigir la protección del Estado contra el crimen. Este carácter de obligatoriedad jurídica (que es el rasgo distintivo de la ciudadanía), por supuesto tiene implicaciones de fondo para las políticas o programas de seguridad humana” (PNUD, 2010:31).

        Por último, pero de singular importancia, la seguridad ciudadana atañe inmediatamente a la libertad, que es la esencia del desarrollo humano.
“un delito es un acto deliberado de un ser humano en perjuicio abusivo de otro ser humano. El delito es una “opción” o una oportunidad para quien lo comete, pero es precisamente la opción que un ser humano debe descartar porque destruye injustamente las opciones del otro. El delito es una opción indeseable y su  mejor antídoto es la existencia de alternativas legítimas” (PNUD, 2010:31).
La Policía.
La policía en todas partes es y debe ser la principal responsable de la seguridad ciudadana, según expone PNUD (2010), las policías de la región deben caracterizarse por el apego a su condición de servicio público, por su independencia frente a los partidos políticos y los poderes fácticos, por su vocación civilista y por su profesionalización. En términos organizativos, deben tener atribuidas y diferenciadas las tres  funciones  clásicas  de  prevención  policial,  investigación  criminal  (con perfecta claridad en cuanto a sus relaciones de dependencia con los organismos de investigación judicial) y gestión policial.
El PNUD (2010), plantea que las policías deben tener una estructura flexible para adaptarse a las cambiantes realidades sociales; deben promover la especialización y el trabajo en equipo como actitudes organizacionales que no se contradicen; su personal debe estar capacitado y motivado para cumplir fielmente las tareas  asignadas;  la policía debe estar bien equipada, especialmente cuando se trate de perseguir al crimen organizado; y debe estar cerca de los problemas en tres maneras diferentes: Por su despliegue territorial, por su interés en los hechos criminales que más afecten al común de la gente, y por el estilo de relación que sus miembros establezcan con la comunidad.
Según el PNUD (2010), hay que reafirmar y consolidar el carácter público y civilista de las funciones e instituciones policiales en América Central. El carácter público se expresa en dos aspectos:
·         Autonomía frente a la agenda y las presiones del poder político-partidario (incluyendo las del gobierno de turno).
·         Independencia de los poderes fácticos, garantizada mediante:
El carácter civil de la policía resulta de su dedicación a la seguridad ciudadana y la distingue de las fuerzas militares, cuya función es cuidar de la seguridad nacional. La policía previene y persigue los delitos, las fuerzas militares defienden la soberanía  frente al ataque armado de un Estado extranjero.
La policía debe cumplir dos funciones diferentes: (La prevención policial y la investigación criminal); para cumplir estas tareas hoy se necesita de una tercera función suplementaria, que según en el programa de la Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD (2010), se denomina “Gestión Policial”. Esta división tripartita debe reflejarse en el organigrama, en los manuales de procedimiento y en el perfil de los funcionarios respectivos, de manera que ellos mismos y el público en general sepan muy bien a qué atenerse en cada caso:
La prevención policial consiste en tres tipos de labores relacionadas:
 “ (a) El patrullaje (para disuadir, anticipar riesgos, detectar delitos en curso y alertar a víctimas potenciales);(b) el control (de armas, de identidad de las personas, de alicorados o bajo el efecto de sustancias psicoactivas en el espacio público, de cumplimiento de normas de sanidad, o de requisitos administrativos de establecimientos abiertos al público), y (c) la atención a solicitudes de la ciudadanía (demandas de ayuda de víctimas, o de mediación en conflictos)” (PNUD, 2010:339).
La investigación criminal que, según la estructura institucional de cada país (si se asignan o no se asignan funciones de policía judicial a unidades especializadas en la policía) debe incluir la primera o ambas de las siguientes cosas:
“(a) Recolección y uso de información sobre los modos de actuación de la delincuencia, manejo adecuado de las técnicas para cuidar “la escena del delito” y recabar y conservar las  pruebas pertinentes, organización y uso de bases de datos para identificar sospechosos y reincidentes, y (b) Recolección metódica y sistemática de información que pueda servir de prueba para esclarecer responsabilidades individuales por hechos específicos presuntamente punibles” (PNUD, 2010:339).

La Profesión de Policía
El policía o la policía requieren formación cuidadosa, porque su oficio es complejo y delicado; también requieren de especial motivación, puesto que el suyo es un oficio noble y sacrificado. Según lo expone el PNUD (2010), la profesionalización de la carrera policial es pues un capítulo obligado en el esfuerzo de mejorar la seguridad de los ciudadanos y las ciudadanas; este proceso pasa por una serie de medidas graduales y complementarias a los efectos de:
“- Establecer los perfiles y criterios aplicables a la selección, formación, capacitación permanente, sanción y promoción del personal.
- Establecer controles internos y externos que aseguren el respeto por la carrera policial en sus etapas de selección, formación, destinación (a tareas o geográfica) actualización, desempeño  (hoja de servicio) ascensos, promociones y retiro. (…)
- Contar con un sistema que cobije la formación policial básica, la de agentes con educación media, la de oficiales de carrera, la de especialistas en distintas ramas, y la de mandos operativos, estratégicos y tácticos.
- La formación en cada nivel debe incluir el entrenamiento básico táctico, el entrenamiento operacional avanzado y la gestión estratégica de policía.
- Especializar la formación y la carrera policial según las tres funciones básicas de la institución (prevención policial, investigación criminal y gestión policial). (…)
- Darle un peso significativo a las competencias y a la excelencia académica entre los requisitos de permanencia y asenso en la institución (…)” (PNUD, 2010:8).

La UNES y los Programas Nacionales de Formación.
La Universidad Nacional Experimental de la Seguridad (UNES) es una institución de educación superior especializada, cuya misión principal es formar para transformar. La Universidad garantiza el derecho a la seguridad, con una formación integral de base, continua, diversificada, transdisciplinaria y actualizada. Además, sustenta su modelo educativo en la visión del ser humano como centro y sujeto de aprendizaje.
La creación de la UNES se inscribe en un proyecto de país que toma como base los postulados recogidos en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, la cual define una perspectiva para entender la seguridad, en la cual la concurrencia y la participación protagónica del pueblo son dos componentes esenciales; razón por la cual los procesos de aprendizaje en la UNES están fundamentados en la creación intelectual, la sistematización de las prácticas y problemas de seguridad (en los contextos nacional, regional y local), en el intercambio de saberes y en la participación activa de educadores y discentes. UNES busca lograr la profesionalización y dignificación de la labor de los órganos de seguridad del Estado, en pro de la garantía efectiva de derechos para todas las personas.
La UNES le ofrece la oportunidad a las jóvenes y a los jóvenes de cursar estudios superiores para obtener el título de Licenciada o Licenciado en Gestión Policial, bajo el Programa Nacional de Formación (PNF) Policial. A la discente y al discente se le entrega la Certificación de Oficial de Policía al culminar el primer año de su formación. Al sumar los dos años, recibe el Técnico Superior en Servicios Policiales.
Los Programas Nacionales de Formación (PNF) se crearon mediante Resolución 2.963 de fecha 13 de mayo de 2008, publicada en Gaceta Oficial 38.930 del 14 de mayo de 2008. El propósito general de los PNF es constituir redes de conocimiento y aprendizaje para la generación, transformación y apropiación social del conocimiento en las respectivas áreas, al servicio de la Nación y, en particular, promover activamente la articulación y cooperación solidaria entre las instituciones universitarias, y los organismos del Estado, empresas y organizaciones sociales, en función de la pertinencia de la formación y la creación intelectual.
Mediante los PNF se busca crear la movilidad nacional de estudiantes, profesores y profesoras; la producción, distribución y uso compartido de recursos educativos; así como también, la formación avanzada de  profesores, profesoras y otros profesionales.
Los Programas Nacionales de Formación presentan las siguientes características: Es humanista, integradora, abierta, participativa, flexible y motivadora y los que se manejan en la UNES son:
·           PNF Policial
·           PNF Bomberil
·           PNF Investigación Penal
·           PNF En servicios Penitenciarios

Bases legales

La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, (Gaceta, 1999) vigente, en efecto, establece en su artículo 2 que: “la educación y el trabajo son los procesos fundamentales” para alcanzar los fines de la sociedad y del Estado. En este sentido, la Misión Alma Mater constituye la concreción de una exigencia a nivel nacional que se contextualiza en la transformación social y cultural en una perspectiva de Estado docente, que orienta la educación para la formación del ciudadano y la ciudadana de acuerdo a las perspectivas y aspiraciones de la sociedad venezolana.
Se ubica en el contexto de una educación integral permanente, de calidad para todos, concebida como un continuo de desarrollo del ser social y que define la pedagogía en un contexto total e integral, de forma que los niveles y modalidades, como instrumentos administrativos del sistema educativo, se correspondan a los períodos de vida y de desarrollo del ser humano en consideración a los aspectos biológico, psicológico, cultural y social que lo determinan, lo que implica una pedagogía coherente desde la perspectiva humanista, orientada a la formación de una cultura ciudadana, dentro de las pautas de diversidad, participación y solidaridad, en un marco de equidad y justicia social
Asimismo, se basa en los artículos 102 y 103: ”La educación es un derecho humano y un deber social fundamental…”; porque todo el pueblo tiene este derecho irrenunciable, “Toda persona tiene derecho a una educación integral, de calidad, permanente, en igualdad de condiciones y oportunidades...”, ya que cada persona lo necesita para su desarrollo individual en pro del colectivo. “La educación es obligatoria en todos sus niveles, desde el maternal hasta el nivel medio diversificado... El Estado creará y sostendrá instituciones y servicios suficientemente dotados para asegurar el acceso, permanencia y culminación en el sistema educativo...”
Así mismo, destaca la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999) la necesidad de un currículo que atienda a la diversidad de contextos sociales y culturales, para fortalecer a las culturas particulares y a la identidad local y nacional. Esto significa un currículo con una práctica pedagógica contextualizada, que considere las experiencias ambientales y del entorno familiar - comunitario, para así obtener viabilidad y pertinencia social y cultural.
Aunado al tema de la educación, la CRBV fundamenta a nivel constitucional la seguridad ciudadana en su artículo 55, entendiéndola como la protección de los derechos, libertades y garantías constitucionales en el seno de un estado democrático y social de derecho y de justicia. A su vez en el artículo 2 propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico y de su actuación, la vida, la libertad, la justicia, la democracia, la preeminencia de los derechos humanos, la ética y el pluralismo político.
Igualmente en su artículo 326 manifiesta que la seguridad es una corresponsabilidad entre el Estado y la sociedad civil para cumplir con los principios de independencia, democracia, igualdad, paz, libertad, justicia, solidaridad, promoción y conservación ambiental y defensa de los derechos humanos, así como para lograr la satisfacción progresiva de las necesidades de la población, esta corresponsabilidad abarca los ámbitos económico, social, político, cultural, geográfico, ambiental y militar.
En el año 2009 se materializa la Ley Orgánica del Servicio de Policía y del Cuerpo de Policía Nacional Bolivariana la cual crea y organiza la Policía Nacional Bolivariana, dependiente del Ministerio del Poder Popular para las Relaciones Interiores, dicha creación está sustentada en el artículo 332 de la CRBV, donde se considera a los cuerpos de policía como uno de los encargados de la protección de personas, hogares y familias, y al aseguramiento y disfrute de garantías y derechos constitucionales. Así pues, se conceptúa un nuevo modelo policial cimentado en principios humanistas, orientado a la profesionalización de la labor policial y sostenida en valores de respeto y garantía de los derechos humanos de los ciudadanos y ciudadanas.
En la Ley Orgánica del Servicio de Policía y del Cuerpo de Policía Nacional Bolivariana, específicamente en el artículo 58 se establece que los funcionarios serán formados en la institución académica, con un currículo básico y con diversificación según las disciplinas y áreas especializadas del servicio. Es conveniente señalar, que en el artículo 29 de la Ley del Estatuto de la Función Policial establece que “el proceso de formación inicial para la carrera policial estará orientado por los principios de capacitación profesional; entrenamiento instrumental efectivo; protección y tutela de los derechos humanos y garantías de las personas; ética de servicio y dignificación de la función policial, adoptando un currículo flexible y adaptable a la dinámica y evolución social y tecnológica que inciden  en el desempeño de dicha función…”.
En la Resolución N° 173 del Ministerio del Poder Popular para Relaciones Interiores y Justicia (2012) Normas Relativas a la Implementación y Seguimiento del Servicio de Vigilancia y Patrullaje Policial, de acuerdo con la presente resolución, los cuerpos de policía, en sus diversos ámbitos político territoriales, deberán implementar conforme a las recomendaciones, instructivos y manuales, que a tales efectos establezca el órgano rector, un plan de servicio de vigilancia y patrullaje policial. Este plan debe tener como objetivo fundamental crear una capacidad de respuesta organizada de los cuerpos de policía, en la prevención de hechos delictivos, así como en casos de emergencia o incidentes que requieran la atención de algún órgano o ente de seguridad, direccionándolo de acuerdo con sus capacidades y competencias.
Con la entrada en vigencia de esta medida, todos los cuerpos policiales en sus distintos ámbitos político - territoriales, deberán adecuar su servicio de vigilancia y patrullaje policial a los principios establecidos en la Ley Orgánica del Servicio de Policía y del Cuerpo de Policía Nacional Bolivariana y a la mencionada resolución.
Igualmente existe una Ley de Universidades, (Gaceta, 1971) la cual dictamina que las universidades son instituciones de la Nación, destinadas a formar profesionales para ayudar a resolver los problemas del país, a través de la enseñanza, la implementación de valores éticos, para así concluir con la formación integral. Establece, al igual que la Carta Magna, que las Universidades son autónomas, es decir podrán implementar su reglamento interno, planificar y realizar los programas de investigación, podrán elegir a sus miembros y autoridades, y, administrar sus recursos (Arts.2, 3, 6 y 9). La universidad realizará cada una de sus funciones docentes y de investigación en las diferentes escuelas por la que está subdividida (Art.47) (Ley de Universidades 2001).
El Consejo Nacional de Universidades y la Oficina de Planificación del Sector Universitario, trabajan en conjunto y apegadas a las leyes mencionadas con anterioridad, para presentar un marco de referencia común a todas las universidades para la aplicación de las estructuras programáticas, velan por el cumplimiento de la Ley de Universidades y demás normas y resoluciones. El CNU y la OPSU, determinan los lineamientos que permiten la evaluación de las universidades, basados en 5 elementos: calidad universitaria, autoevaluación, autorregulación, rendición de cuentas y acreditación (CNU).
En enero 2002 se creó el Ministerio de Educación Superior (MES), puesto que, no existía en el país un verdadero sistema nacional de educación superior coherente y coordinada, sino un conjunto de instituciones con objetivos muy diversos. Por ende, se crea el Reglamento del Ministerio de Educación Superior, el cual establece, entre otras cosas, en los Art. 57 hasta el 59), sobre la Dirección General de Currículo y Programas Nacionales de Formación, que esta dirección tendrá por objetivo principal organizar las estrategias dirigidas para el diseño y la elaboración de los programas de formación, así como al cambio de currículos y prácticas educativas conforme a impulsar los valores de solidaridad y responsabilidad social, para satisfacer las necesidades regionales y nacionales. Se encargan de preparar, en conjunto con las instituciones de educación superior los lineamientos curriculares para los Programas Nacionales de Formación en concordancia con los Planes de Desarrollo de la Nación, impulsan a las universidades la reestructuración de los currículos de acuerdo a las necesidades actuales (Ley Orgánica de Educación Superior 1980).
Todas y cada una de estas leyes, reglamentos, normas y disposiciones, fueron concebidas para poder brindar una educación superior basada en su calidad, pertinencia social y valores éticos y morales. La educación es un bien social, un derecho para todos sin distingos sociales, económicos y raciales, todos tienen derecho a una educación encaminada hacia la excelencia.
 La unidad curricular Vigilancia y Patrullaje está inmersa en el nuevo modelo policial que, por poseer un carácter de proximidad a la comunidad adquiere gran importancia, pues debe formar a funcionarias y funcionarios policiales que responden a las solicitudes y requerimientos de las ciudadanas y ciudadanos de manera inmediata debido a la cercanía hacia la comunidad.

Según el Consejo General de Policía de la República Bolivariana de Venezuela, en su Baquía 6. Por las Calles del Pueblo:
“Se denomina servicio de Vigilancia y Patrullaje al conjunto de medidas policíacas de carácter público que durante el recorrido de patrullaje realizan los funcionarios de los cuerpos de policía, destinadas a garantizar la seguridad a las entidades e instituciones, jurídicas y físicas, el buen orden de convivencia y obstaculizar la ocurrencia de hechos delictivos”.

En consecuencia, todo esto hace que esta unidad curricular sea imprescindible, ya que mediante su puesta en práctica se logran estrechar vínculos importantes con la ciudadanía, en virtud de que la presencia y la cercanía de la funcionaria y el funcionario policial, a la gente, genere confianza y seguridad, lo cual incide además en su disposición para la participación ciudadana, cuestión obviada por el contenido programático que actualmente se imparte en la UNES. Este servicio es prestado por el funcionario policial para procurar seguridad a la comunidad a través de diferentes tipos de recorrido realizados en la misma. 

REFERENCIAS
Añez, Carmen y López, Mirtha (2005). Reflexión sobre la política de capacitación de los servidores públicos, Revista Multiciencias, año/vol. 5, numero 002. Universidad del Zulia. Facultad de Ciencias Económicas y Sociales. Punto Fijo, Venezuela
Arias, F. (2006). El Proyecto de Investigación: Introducción a la Metodología Científica. Editorial Episteme. Venezuela.
Bavaresco, A. (2006). Proceso Metodológico en la Investigación. (Cómo hacer un diseño de investigación). Maracaibo: La Universidad del Zulia.
Balestrini, M. (2006). Como se Elabora el Proyecto de Investigación. BL Consultores Asociados. Venezuela.
Bernal, Cesar (2000). Metodología de la Investigación. Editorial Pearson. Colombia.
Coll, C., Pozo, J. I., Sarabia, B. y Valls, E (1992). Los contenidos en la Reforma. Enseñanza y aprendizaje de conceptos, procedimientos y actitudes. Ed. Santillana. Madrid, 1992
Consejo General de Policía (2010). Baquía 6. Por las  Calles del Pueblo. Caracas, 2010.
Consejo General de Policía. Vigilancia y Patrullaje. Disponible en: http://www.consejogeneraldepolicia.gob.ve/?wpfb_dl=486. Consultado el 27/04/2016
Consejo General de Policía. Servicio de vigilancia y patrullaje: vehicular, motorizado, a pie. [Disponible en:] http://cpnb.gob.ve/index.php/servicios/vigilancia-y-patrullaje. Consultado el 27/04/2016
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999). Gaceta Oficial Nº 36860. Caracas.
Consejo General de Policía (2010). Baquía 6. Por las  Calles del Pueblo. Caracas, 2010.
Definicion.de. Copyright © 2008-2016 - Definicion.de, Gestionado con WordPress. [Disponible en:]  http://definicion.de/. Consultado el 10/06/2016
Diseño curricular inclusivo: componentes del currículo para todos. [Documento en línea]. Disponible en:]http://www.ite.educacion.es/formacion/materiales/72/cd/curso/unidad3/u3.II.htm. Consultado el 27/04/2016
Eisner, E. (2008). Educar la visión artística. México: Gustavo Gili.
Grado Espinosa, Jaime A. (2009). Capacitación y desarrollo de personal.4ta edición. Distrito Federal, México, Editorial Trillas, 229, 231, 232.
Fabbri, María Soledad. Las técnicas de investigación: la observación. Documento en línea. Disponible en: http://www.fhumyar.unr.edu.ar/escuelas/3/materiales%20de%20catedras/trabajo%20de%20campo/solefabri1.htm. Consultado el 15/11/2016.
Guba, E. G. y Lincoln, Y. S. (1984). Investigación Naturalista y Racionalista. Enciclopedia Internacional de la Educación, Vol.6. Barcelona.
Habermas, J. (1984). “Ciencia y técnica como ideología”. Tecnos, Madrid.
Hernández, Fernández Baptista (2006). Metodología de la Investigación. Editorial: McGraw-Hill. México 
Hurtado de Barrera, Jacqueline. 2007. El proyecto de Investigación. Quinta edición. Caracas. Ediciones Quirón-Sypal.
Klingner, Donald (2002). Formación y capacitación de los funcionarios como parte del proceso de Profesionalización y la nueva gestión pública: el caso mexicano, 1996/2002.
Köhlberg, L. (2008). La Educación Moral. (12ª ed.) México: McGraw-Hill Interamericana
Kuhn, Thomas (1971). La Estructura de las Revoluciones Científicas. Para que. Primera edición en español (FCE, México).
Ley Orgánica del Servicio de Policía y del Cuerpo de Policía Nacional (2008). Presidencia de la República Bolivariana de Venezuela, Decreto Nº 5.895 con
Rango Valor y Fuerza de Ley, Caracas, Venezuela, 9 de abril de 2008.
Ley del Estatuto de la Función Policial (2009). Gaceta Oficial Nº 5940E Asamblea Nacional de la República Bolivariana de Venezuela. Caracas, Venezuela, 07 diciembre 2009.
Ley de Coordinación de Seguridad Ciudadana (2001). Gaceta Oficial Nº 37318. Caracas.
López Camps, Jordi y Leal Fernández, Isaura (2002). Aprender a planificar la formación. Ediciones Paidos Ibérica. España. pp. 17-21
Martínez, Miguel (2000). El proceso de nuestro conocer postula un nuevo paradigma epistémico. En Revista Latinoamericana de Estudios Avanzados (RELEA). Nro. 11. La ciencia: sin método y filosofía. Editorial CIPOST. P. 15-36. Caracas. Venezuela.
Martínez, Miguel (2009) Comportamiento Humano. Méjico. Trillas.
Martínez, Miguel (2010). Nuevos Paradigmas en la Investigación. Editorial ALFA. Venezuela.
Oszlak, Oscar; Centro Latinoamericano de Administración para el Desarrollo CLAD (2002). Profesionalización de la Función Pública en el Marco de la Nueva Gestión pública, Venezuela.
Piaget, J. (1970). Psicología y pedagogía. Barcelona, España: Gustavo Gili

Sandín Esteban, Mª Paz (2003) "Investigación Cualitativa en Educación. Fundamentos y Tradiciones". Madrid. Mc Graw and Hill Interamericana de España.
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo PNUD (2009-2010);  Informe sobre Desarrollo Humano para América Central. pp. 8-31,336-344
William G. Zikmund y Barry J. Babin (2008). Investigación de Mercados. 9a. edición. University of Southern Mississippi. TRADUCCIÓN Guadalupe Meza, Staines Adolfo, Deras Quiñones. México.
Silíceo, Alfonso (2009). Capacitación y Desarrollo de personal. 4ta Edición, México, editorial Limusa. pp 15, 16,25
UNES. (2014). Elementos resaltantes de los Programas de Formación. Disponible en: http://www.unes.edu.ve/index.php?option=com_content&view=article&id=298&Itemid=262. Consultado el 27/05/2016. Consultado el 27/05/2016
UNES. (2014). El Nuevo modelo policial. Disponible en: http://www.unes.edu.ve/index.php?option=com_content&view=article&id=297&Itemid=261. Consultado el 27/05/2016

Villegas, José Manuel, (1988). Administración de personal. 1ra Edición, editorial Texto, SRL, Caracas, Venezuela. pp. 205,207