lunes, 20 de marzo de 2017
LINEA DE INVESTIGACION
Según los lineamientos manejados por la Universidad Fermín Toro la presente investigación se encuentra adscrita a la línea de investigación:
Investigación y Curriculum
PROYECTO
Modernización - Actualización
TEMARIO
Formación
SITUACION PROBLEMAS
Los cambios
políticos sociales que ha vivido Venezuela en los últimos años están orientados
a construir una democracia participativa y protagónica, en el marco de un
Estado de justicia social que universalice los derechos fundamentales, entre
ellos la educación, y en este marco al Sistema Educativo Bolivariano le
corresponde la formación del/la nuevo(a) republicano(a) capaz de vivir en una
sociedad democrática participativa, protagónica, multiétnica y pluricultural,
como lo exige la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV)
(Istúriz, 2004).
Entre las
principales labores de la policía se cuentan preservar la seguridad ciudadana
con apego al respeto de los derechos y garantías consagrados en la Constitución
y responder por la seguridad ciudadana y el mantenimiento del orden público en
todo el territorio de la República, apegadas a las normas formales previstas en
instrumentos legales de distintas índole, con tareas que el funcionario asume
obligatorias toda vez que la ciudadanía espera del policía en el desempeño de
las mismas.
Así pues, la
formación es una pieza clave en todo proceso de mejoramiento continuo de la
calidad, competitividad y eficiencia de toda organización, y la policía no está
exenta de ello. Mediante la formación las personas pueden asimilar información,
aprender habilidades y desarrollar actitudes necesarias para el ejercicio de
sus funciones, de acuerdo a la realidad social en que se encuentra.
El servidor
público debe ser competente, honesto, transparente, responsable, eficiente y
dispuesto a satisfacer demandas de los usuarios con prontitud y deferencia.
Todos estos, sin duda, son rasgos de la profesionalización. El policía o la
policía requieren formación cuidadosa, porque su oficio es complejo y delicado;
también requieren de especial motivación, puesto que el suyo es un oficio noble
y sacrificado. Según lo expone el PNUD (2010), la profesionalización de la
carrera policial es pues un capítulo obligado en el esfuerzo de mejorar la
seguridad de los ciudadanos y las ciudadanas.
La Universidad
Nacional Experimental de la Seguridad (UNES) es una institución de educación
superior especializada, cuya misión principal es formar para transformar a los
funcionarios que prestan el servicio de seguridad ciudadana. La Universidad
garantiza el derecho a la seguridad, con una formación integral de base,
continua, diversificada, transdisciplinaria y actualizada. Además, sustenta su
modelo educativo en la visión del ser humano como centro y sujeto de
aprendizaje, buscando lograr la profesionalización y dignificación de la labor
de los órganos de seguridad del Estado, en pro de la garantía efectiva de
derechos para todas las personas.
La UNES asume la
formación del funcionario policial bajo los principios de justicia social,
respeto a los derechos humanos, igualdad de género, diversidad e
interculturalidad, cooperación solidaria, participación ciudadana, calidad,
pertinencia, formación integral, educación a lo largo de toda la vida,
vinculación con los planes de desarrollo nacional y cooperación internacional a
través de una malla curricular que abarca una serie de disciplinas o unidades
curriculares necesarias para el buen desempeño del personal policial en el
cumplimiento del servicio de seguridad ciudadana..
La unidad
curricular Vigilancia y Patrullaje está inmersa en esta malla curricular
adquiriendo gran importancia, en la formación de funcionarias y funcionarios
policiales que deben responder a las solicitudes y requerimientos de las
ciudadanas y ciudadanos de manera inmediata debido a la cercanía hacia la
comunidad. En consecuencia, todo esto hace que esta unidad curricular sea
imprescindible, ya que mediante su puesta en práctica se logran estrechar
vínculos importantes con la ciudadanía, en virtud de que la presencia y la
cercanía de la funcionaria y el funcionario policial, a la gente, genere
confianza y seguridad, lo cual incide además en su disposición para la
participación ciudadana, cuestión obviada por el contenido programático que
actualmente se imparte en la UNES.
CAUSAS QUE LO GENERAN Y CONSECUENCIAS
Con base a los planteamientos expuestos en los párrafos anteriores,
surgió la inquietud de analizar, evaluar y sugerir un posible cambio del
contenido programático de la unidad curricular técnico especializada vigilancia
y patrullaje dictada en el Programa Nacional de Formación Policial de la UNES.
Cabe acotar, que en el caso
de que la formación de los discentes de todos los niveles en la UNES, en cuanto
a esta unidad curricular, no se esté aplicando de manera actual y práctica, tal
y como lo prevé la ley, ya que desde el año 2009 la malla curricular no ha sido reformada ni actualizada, lo que traería como consecuencia que los discentes perderían
la oportunidad de actualizar su formación en materia policial relacionadas a
las últimas técnicas a nivel de supervisión y operatividad, entre otros.
Por
consiguiente, se plantean las siguientes interrogantes:
¿Qué contenidos
programáticos se desarrollan en la unidad curricular Vigilancia y Patrullaje
del Programa Nacional de Formación Policial de la UNES?
¿Cómo se aplica
la preeminencia de la práctica y de la experiencia de los funcionarios
policiales en el proceso de formación en la unidad curricular Vigilancia y
Patrullaje del Programa Nacional de Formación Policial de la UNES?
¿Qué estrategias
se pueden diseñar para el mejoramiento del contenido programático de la unidad
curricular Vigilancia y Patrullaje del Programa Nacional de Formación Policial
de la UNES?OBJETIVOS DE LA INVESTIGACIÓN
Objetivo
General
Analizar el
contenido Programático de la Unidad Curricular Vigilancia y Patrullaje adscrita
al Plan Nacional de Formación Policial de la Universidad Nacional Experimental
de la Seguridad para la optimización del proceso de formación profesional del
funcionario policial.
Objetivos
Específicos
- · Examinar los contenidos programáticos para el diagnóstico de las debilidades que presenta la unidad curricular Vigilancia y Patrullaje del Programa Nacional de Formación Policial de la UNES.
- · Determinar la preeminencia de la práctica y de la experiencia de los funcionarios policiales en el proceso de formación en la unidad curricular Vigilancia y Patrullaje del Programa Nacional de Formación Policial de la UNES.
- · Diseñar estrategias para el mejoramiento del contenido programático de la unidad curricular Vigilancia y Patrullaje del Programa Nacional de Formación Policial de la UNES.
IMPORTANCIA DE LA INVESTIGACION
La relevancia académica de esta investigación se encuentra en la necesidad de la actualización de los contenidos programáticos de una de las unidades curriculares técnico especializadas del PNF Policial necesaria para el cumplimiento de las funciones policiales por parte de los funcionarios al momento de ejercer su labor. Esto traería como consecuencia una revisión y posterior reestructuración de los demás contenidos programáticos de las diferentes unidades curriculares que conforman el pensum académico, lo que acarrearía gran relevancia académica.
Lo anterior se puede sumar
al hecho de que toda la investigación presenta gran relevancia teórica
práctica, ya que se realizaría basada en la teoría planteada en los contenidos
programáticos, en la legislación vigente y en la experiencia tanto de los funcionarios
activos como de la facilitadora de esta unidad curricular perteneciente al
Programa Nacional de Formación Policial de la UNES.
La relevancia metodológica
viene dada en que la investigación ha sido diseñada como investigación de campo
lo que permitirá trabajar con la experiencia que los funcionarios policiales
activos traen al ambiente de clases. Al realizar prácticas policiales
fundamentadas en noticias, experiencia y hecho reales a los discentes del
proceso II-2015 y I-2016, se obtienen mejores resultados en cuanto a su
desempeño al momento de abordar una situación conflictiva, por lo tanto se
optimiza el cumplimento de las funciones policiales en pro de la seguridad
ciudadana.
De lo anteriormente comentado, se infiere que
la reforma que se plantea se hace necesaria, ya que se adicionarán temas de
interés para el mejor funcionamiento del servicio y eliminará contenidos que
son redundantes para esta unidad curricular. Desde el punto de vista práctico
se asumirán técnicas de vigilancia y patrullaje desde la buena práctica
policial y la experiencia de calle reforzando la teoría. Desde el punto de
vista policial, se establecerán estrategias de prevención del delito que rigen
el nuevo modelo policial, las cuales serán aplicadas por el y la discente en el ejercicio de su actuación policial.
SUSTENTO TEORICO
Antecedentes de la investigación
Con la finalidad de
identificar aportes de estudios anteriores que pudieran relacionarse con la
presente investigación, se encontraron algunas investigaciones relacionadas con
la reforma de contenidos programáticos de unidades curriculares, se presentan a
continuación:
Miranda,
(2012) realizó una investigación titulada “Los retos de la reforma policial y
la capacitación en el marco del estado de derecho y la democracia en México”,
trabajo de grado presentado ante la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales,
para optar al título de magíster en Derechos Humanos y Democracia. El trabajo
se sustentó en una investigación de tipo documental. El objeto de estudio son
las propuestas que se originan de la Reforma Policial a partir de su
planteamiento en el Plan Nacional de Desarrollo 2007-2012, hasta su concreción
en lo que se denomina Nuevo Modelo Policial (N.M.P.).
El
primer capítulo de la investigación se refiere a la conceptualización de la
Policía dentro del Estado político democrático, y busca poner en el contexto
más general la discusión sobre la función policial, cómo debe funcionar dentro
del estado ideal de respeto y apego a derechos humanos y los diferentes
aspectos que permiten que este modelo sea factible.
En
el segundo capítulo, se desarrolla el contexto de la reforma policial en
marcha, buscando describir la complejidad de la organización de la Policía en
México. Para ello, se describe las características generales de la política
pública que configura la reforma y el Nuevo Modelo Policial de la presente
administración federal, desde 2006 a 2008, haciendo énfasis en los apartados
que sobre capacitación policial se indican en los mismos, con base en los
documentos oficiales.
En
el tercer capítulo, se parte de la revisión de las experiencias internacionales
sobre reforma policial documentadas en América Latina, extrayendo los puntos
relevantes sobre capacitación policial. Se establece la importancia de la
capacitación dentro de todo el sistema, y conforme a esto, se realiza una
investigación de tipo cualitativa que permite recoger y analizar información de
los actores involucrados en la reforma de la Policía.
El
autor concluyó que se requiere efectuar cambios integrales, estructurados y con
visión sistémica que deben abarcar también la cultura organizacional de la
institución policial, que es también un principio para la reforma policial
democrática, pueden ser identificados en los instrumentos con conceptos como:
formación y capacitación policial, profesionalización.
Al
consultar esta tesis antes mencionada, se pudo constatar la importancia que
reviste la óptima formación policial en el cumplimiento de las funciones de
seguridad ciudadana por parte de los organismos policiales para ejercer la
democracia y el apego a los derechos humanos, considerando estos aspectos como
información fundamental para el desarrollo de las bases teóricas.
Castro
(2014) realizó una investigación titulada “La Evaluación Curricular de la
Carrera de Administración (Núcleo Anzoátegui)”. Este Trabajo de Ascenso de la
licenciada teniendo como objetivo el proceso de revisión curricular guiado por
la coordinación de carrera de Administración de la Escuela de Ciencias
Administrativas del Núcleo de Anzoátegui de la Universidad de Oriente, ante la
desactualización de la malla curricular en dicha carrera. Utilizando el
paradigma positivista con enfoque cuantitativo con un diseño de investigación
evaluativa, propone un el plan de estudio moderno para la carrera y cita
algunas recomendaciones para futuras reformas.
Conclusiones
del trabajo: Realizar la actualización y/o transformación de la programación de
las asignaturas vigentes convirtiéndose en un proceso continuo. Así como, la
incorporación al plan de estudios de nuevas materias. A través del modelo aquí
plasmado se pretende satisfacer las demandas actuales pero el docente debe
participar activamente en la revisión y reformulación de los planes y programas
de estudio. Esto le exige al egresado que además de poseer los conocimientos
básicos que la universidad le brinda, maneje los sistemas modernos de
información, domine el idioma inglés y conozca profundamente todo lo
relacionado con el ejercicio de su profesión.
Relación
con el trabajo de investigación: Este antecedente investigación al igual que la
actual investigación realizó un análisis de las unidades curriculares con el
fin de detectar debilidades y proponer la actualización de la malla curricular.
Cedeño (2012), llevó a cabo una investigación para optar al título de magíster en
Orientación denominada: “la profesionalización de los oficiales de la Policía
Regional del Zulia como una experiencia de desarrollo”. Sustentada en la
modalidad cualitativa y los planteamientos de la postmodernidad, con un diseño
fenomenológico, utilizando el método hermenéutico. La técnica de recolección de
información fue la entrevista a profundidad con cinco informantes claves, para
luego efectuar la categorización y la triangulación. El autor concluye que la
profesionalización representa la opción para el cambio institucional mediante
un adecuado desempeño en el trabajo policial, esto aunado al hecho de que el
proceso de formación de los funcionarios policiales beneficia el buen funcionamiento
de la práctica policial.
Este antecedente tiene relación con la investigación en curso debido a
que la experiencia policial del funcionario de seguridad ciudadana es de vital
importancia al momento de formar al discente dentro de la institución policial,
actualmente UNES.
Herrera y Vargas (2014) en
su trabajo “Análisis y Síntesis de los Cursos Especiales de Grado de la
Universidad de Oriente”. Este trabajo de grado realizado como investigación de
tipo descriptiva, con enfoque cuantitativo, presentado por los estudiantes de Contaduría
Pública trata de determinar el potencial de los Egresados de la Escuela de
Ciencias Administrativas de la Universidad de Oriente Núcleo Anzoátegui para
entrar en el campo profesional de acuerdo a las expectativas para seleccionar a
un futuro empleado exigidas en el mercado laboral regional.
Conclusiones del trabajo:
Para las empresas, lo más importante es contratar a una persona integral que
demuestre que cuenta con competencias básicas y/o especiales acordes al puesto
de trabajo. Existe un porcentaje significativo de estudiantes que se encuentra
en la fase final de su grado universitario que no tiene experiencia laboral; es
específicamente este grupo el más expuesto a los riesgos de una mala selección.
Esta investigación se relaciona con la investigación e curso porque actualización
de la formación profesional permitirá que el egresado combine su capacidad
intelectual, sus habilidades técnicas o interpersonales para tener las más
altas probabilidades de alcanzar el éxito al momento de la selección cuando
egresa hacia el campo laboral.
Muzzio (2013) en su trabajo “Capacitación De los
Oficiales del Cuerpo de Policía Nacional Bolivariana (2008-2012)”. Este trabajo
de Grado para optar al título de Magíster Scientiarum en Gerencia Pública, fue
realizado con el método positivista con enfoque cuantitativo y diseño
descriptivo, con el fin de determinar la capacitación y formación de los
funcionarios policiales adscritos al Cuerpo de Policía Nacional Bolivariana para
comprobar sus potencialidades al momento de cumplir con las funciones
inherentes al servicio de policía comunal.
Conclusiones del Trabajo: Se evidenció, que la
capacitación recibida por los oficiales del servicio de policía comunal,
adscritos al Cuerpo de Policía Nacional, es continua, y que la responsabilidad
de la capacitación se distribuye tanto entre la UNES, en el CPNB, y en el
Servicio de Policía Comunal, los cuales se encargan de suministrar la
capacitación a los oficiales, correspondientes a las necesidades implícitas en
el servicio específico al cual están adscritos. Las áreas específicas en las
que reciben capacitación los oficiales del servicio comunal, se enmarcan en las
siguientes: prevención de delitos, resolución de conflictos comunales, derechos
humanos, prevención al maltrato de la mujer, niños y adolescentes, protección y
asistencia ante cualquier tipo de desastre, elaboración de actas policiales,
entre otras; todas estas actividades de capacitación son llevadas a cabo bajo
la planificación del Servicio de Policía Comunal. La UNES, en el proceso de
reentrenamiento anual ofrecida a los funcionarios del Cuerpo de Policía
Nacional, actualiza las áreas más afines de
la función policial, en las cuales todos los funcionarios (a) del Cuerpo
de Policía Nacional deben tener nociones, conocimientos, habilidades y
destrezas sin importar el servicio al cual este asignados. Este trabajo se
relaciona con la investigación a realizar debido a que la formación profesional
del policía debe darse
Bases teóricasFormación: Función clave en las Organizaciones.
Formación y
su relación con otros términos.
Antes de abordar los aportes conceptuales sobre la
capacitación, es preciso exponer en discusión algunas consideraciones sobre el
uso de términos vinculados con el tema, de tal manera de concebir de forma
integral el concepto a través del conocimiento de las diferentes consideraciones y
terminologías relacionadas a él, tales como, educación, formación,
adiestramiento, entrenamiento , capacitación y
desarrollo.
Según Silíceo (2009), a la educación se le define como el proceso
humano-social a través del cual se incorpora al ser humano (individuos, grupos,
organizaciones e instituciones), los valores y conocimientos de una sociedad
dada. Por otra parte, el autor señala a
la educación, como el proceso social
básico por el cual las personas adquieren la cultura de su sociedad. Silíceo
(2009:16), plantea que “se entiende al fenómeno educativo como un formador cualitativo de la cultura,
que basado en los
valores humano-sociales vigentes regula la vida del hombre en la sociedad”. Es
significativo enfatizar estos conceptos, pues en muchas ocasiones se ha
confundido la educación con fenómenos pedagógicos de simple aprendizaje formal,
informativo y carente de contenidos axiológicos y culturales.
Por su parte, López y Leal (2002), plantean que la
formación no es una finalidad en sí misma, por lo tanto, formar “es cualificar
a los empleados para ser competentes. Se forma para adquirir aquellas
competencias que permitan cambiar los comportamientos de las personas en su
ocupación”.
La finalidad de la formación es lograr la adquisición
de conocimientos, habilidades, valores, que modifiquen los comportamientos
laborales de los empleados, según las autoras, gracias a la formación mejoran
las organizaciones. La formación, en un sentido global, será de calidad cuando
los participantes adquieran las capacidades concretas necesarias para ser
competentes en su trabajo y conseguir los resultados esperados por la organización.
La formación está directamente relacionada con metas y los objetivos de la
administración pública” (López y Leal, 2002:20).
Por su parte, Villegas (1988:205), denota que otros de
los términos vinculados a la capacitación es el adiestramiento el cual es el
“procedimiento por medio del cual se aumenta la eficiencia en el trabajador así
como sus aptitudes y habilidades con el fin de capacitarlo en más alto grado
para el desempeño de labores específicas”. De este modo se entiende que el adiestramiento se
imparte con el propósito de
enseñar técnicas y habilidades
específicas para el desempeño de una actividad
concreta.
El autor hace una distinción de lo que es
entrenamiento y educación planteando que esta última involucra el aumento de
conocimientos generales a que pueden ser sometido un trabajador o una persona
cualquiera con el fin de adaptarlo en el medio
en el que debe desempeñarse mediante proceso de aprendizaje. De este
modo Villegas (1988), concluye afirmando con que el adiestramiento como proceso
orientado a facilitar el aumento de conocimientos de la persona, es
indudablemente parte del proceso educativo.
Del mismo modo, el término denominado desarrollo que también es usado con suma
frecuencia en el tema relacionado a la capacitación, Villegas (1988: 207), lo define
claramente como el “proceso integral de cambio, a que se somete la persona
mediante las acciones de adiestramiento y educación”. El autor trae a colación
que el INCE (Instituto Nacional de
Cooperación Educativa, Caracas,
Venezuela), en una de
sus publicaciones para el adiestramiento en el área de personal, considerando
el punto de vista de la moderna empresa anota que:
“(…)
mediante el adiestramiento dirigido, la empresa tiene oportunidad de emplear
conocimientos, habilidades y aptitudes que
le son útiles a ella y al empleado mismo. El éxito de la empresa exige un
desarrollo óptimo de la labor individual. Esto requiere que se definan y
resuelvan las necesidades de crecimiento de cada miembro del personal, lo que
se traduce en adiestramiento y desarrollo. Al hacerlo la empresa aumenta su
productividad, al paso que el individuo avanza en el dominio del trabajo que le
ha sido encomendado”.
Por otra parte, según Silíceo (2009:25), plantea que
la capacitación consiste en una “actividad planeada y basada en necesidades
reales de una empresa u organización y orientada hacia un cambio en los
conocimientos, habilidades y actitudes del empleado o funcionario”. En tal
sentido, el autor señala que, para que el objetivo general de una organización
se logre plenamente, es necesaria la capacitación debido a que:
“la
función de capacitación colabora aportando a la organización un personal
debidamente adiestrado, capacitado y desarrollado para que desempeñe bien sus
funciones habiendo previamente descubierto las necesidades reales de la
organización. Por lo anterior, la capacitación es la función educativa de una
organización por lo cual se satisfacen necesidades presentes y se prevén necesidades futuras respecto de
la preparación y habilidad de los empleados” (Silíceo, 2009:25).
En este contexto, en cual se discuten las
consideraciones sobre el uso de términos relacionados a la capacitación,
Klingner (2002), expone que se necesita distinguir entre la formación, la
capacitación y el desarrollo de personal, siguiendo a Nadler y Nadler, (1989),
quien plantea que, la formación es la educación básica que mejora las
habilidades y prepara a los empleados para nuevas responsabilidades y retos. La
capacitación es el entrenamiento de los empleados para desempeñar los trabajos
existentes de una manera más eficiente, efectiva y responsable. El desarrollo
aplica a los empleados y a la organización entera. A los empleados, es la
incrementación de las capacidades consistentes con los valores de la
organización así como con los requisitos cambiantes; a la organización, es la
incrementación de las capacidades de los empleados como equipos para enfrentar
las situaciones indefinidas del futuro.
Para evitar problemas semánticos, fue preciso aclarar
oportunamente los términos de educación, formación, entrenamiento, formación,
capacitación, adiestramiento y desarrollo, puesto que cuando se refiriere
genéricamente a la función de capacitación o formación del personal en la
organización, se usa indistintamente estos términos, según lo asumido a partir
de los planteamientos de los autores mencionados.
La formación incluye el adiestramiento, la
capacitación, entrenamiento, y su objetivo principal es proporcionar
conocimientos, sobre todo en los aspectos técnicos del trabajo. Tenemos pues,
que tanto la formación como el resto de los términos, coinciden entre sí, en
uno u otro aspecto, debido que todos se refieren a la inversión destinada a la
preparación del personal de la organización para reducir o eliminar la
diferencia entre el desempeño actual de los trabajadores y los objetivos
propuestos.
Es válido destacar que tanto la educación como el
desarrollo del personal tienen mayor amplitud que la formación. Según Klingner
(2002), la educación y el Desarrollo se refieren más a el proceso integral del
hombre y, por consiguiente, abarca la adquisición de conocimientos, el
fortalecimiento de la voluntad, la disciplina del carácter y la adquisición de
todas las habilidades adquiridas a través de la capacitación y que son
requeridas para el desarrollo de los empleados, incluyendo aquellos del nivel
más bajo como aquellos que tienen la más alta jerarquía en las organizaciones.
La
formación: Instrumento de Profesionalización de la Gestión Pública
Con el propósito de adquirir un enfoque más inmediato
hacia la administración de organismos públicos en relación a la formación y el
aumento de conocimientos de los funcionarios,
se plantea lo
expuesto por Klingner (2002), quien
explica que la nueva gerencia pública se considera como un movimiento universal
hacia el mejoramiento de la eficacia y transparencia de la gobernación por
medio de la aplicación de algunos principios clave subyacentes, tal movimiento
ha surgido en los últimos veinte años como resultado de las presiones dentro y
a fuera de cada país hacia el aumento de
la capacidad gubernamental y de sus funcionarios, medida en términos tales como
la eficiencia, y eficacia. Las presiones hacia la modernización y la democratización
han estimulado cambios fundamentales en la estructura y funcionamiento de las
organizaciones públicas, entre los principios subyacentes clave se encuentra la
formación y capacitación de los funcionarios como parte del proceso de
profesionalización y la nueva gestión pública.
Es necesario que, la administración pública
latinoamericana desafíe ese viejo modelo de formular la política pública, de
forma que esta pueda responder a las funciones específicas con la sociedad, por
lo tanto, Añez y López (2005), exponen que, se considera necesario tener en las
organizaciones, el personal responsable, eficiente y con un conjunto de
conocimiento que le permita ser innovador, productivo y competitivo en su
puesto de trabajo, lo cual conduciría a relacionar estrechamente el funcionario
a la misión, visión, objetivos y política de la organización.
Para Añez y López (2005), se trata de establecer
estrategias orientadas a implantar el compromiso de los funcionarios con sus
tareas, la armonización entre las fases y, fundamentalmente, al desarrollo de
una gestión basada en el conocimiento, para lo cual es necesario implementar
una política de formación y capacitación del personal, convirtiéndose en la
respuesta a las necesidades de las instituciones públicas de contar con un
recurso humano calificado y productivo, generador de información, de
alternativas que permitan la retroalimentación y aprendizaje de los actores
involucrados en la política pública, al respecto, Añez y López (2005:173),
platean que :
“la
capacitación del recurso humano incluye toda actividad orientada a aumentar las
capacidades y el potencial del individuo, de modo de mejorar su desempeño
actual y futuro, es de hacer notar, que se incluye cualquier actividad que
permita a los individuos desarrollar sus capacidades laborales. Esto logra
asociar el desarrollo del trabajador con el desarrollo organizacional”.
Profesionalización
de la Gestión Pública
La noción de profesionalización de la función pública,
es vista según Oszlak (2002), como un proceso a través del cual las
instituciones estatales adquieren un conjunto de atributos que, en última
instancia, les permiten disponer de personal con las aptitudes, actitudes y
valores requeridos para el desempeño eficiente y eficaz de sus actividades.
Entre otras cosas, esto incluye poder garantizar a la ciudadanía la
profesionalidad y objetividad de los servidores públicos, su vocación
democrática y el respeto a los principios de igualdad, mérito y capacidad en
las diferentes instancias de la carrera funcionarial, lo cual debe reflejarse
en un cuerpo normativo especial.
Es evidente, que para que la administración pública se
profesionalice es necesario contar primeramente con un personal altanamente
capacitado, con habilidades y destrezas; con capacidades de eficiencia y
eficacia, para así poder brindar a la ciudadanía un servicio de excelencia y
poder cubrir las necesidades demandadas.
La profesionalización de la administración pública es
un proceso encaminado a que el personal al servicio del Estado, y la propia
organización publica, obtengan un conjunto de habilidades y atributos. Al
respecto Oszlak (2002:06), idoneidad, mérito, objetividad, vocación de
servicio, orientación a resultados, honestidad, responsabilidad y adhesión a
valores democráticos.
El autor destaca que el servidor público debe ser
competente, honesto, transparente, responsable, eficiente y dispuesto a
satisfacer demandas de los usuarios con prontitud y deferencia. Todos estos, sin duda, son
rasgos de la profesionalización, tanto del sistema de servicio civil como de
sus agentes.
La
Seguridad Ciudadana desde una Concepción Humanista.
Según lo planteado en el programa de la Naciones
Unidas para el Desarrollo (PNUD); Informe sobre Desarrollo Humano para América
Central (2009-2010), la seguridad ciudadana se ha convertido en una de las
principales preocupaciones de la población en América Latina y el Caribe y
constituye un obstáculo objetivo para el desarrollo humano sostenible. Las
personas y comunidades ven restringidas sus opciones reales de vida y de
organización debido a las amenazas contra la seguridad personal y patrimonial,
así como contra bienes públicos fundamentales.
Una estrategia basada en el desarrollo humano requiere
acciones que provean seguridad efectiva para todos los ciudadanos, con
libertad, equidad y respeto a las garantías individuales. Según PNUD (2010), la
Seguridad efectiva significa la reducción de las tasas de criminalidad y
del riesgo de ser víctima de un delito. La Seguridad con libertad implica que
la protección de todos los ciudadanos conduzca a que no exista temor y a que
todos puedan desarrollar plenamente sus capacidades. Los presuntos autores de
delitos también deben ser libres de abusos a sus derechos, los mismos que se
deben proteger íntegramente en caso de que sean sujetos de proceso y sentencia
legal. Finalmente, seguridad con equidad es la protección universal a todo
ciudadano y no solo a quien pueda pagarla.
Seguridad
Humana y Seguridad Ciudadana.
Según lo expuesto en el PNUD (2010), la seguridad
ciudadana es una modalidad específica de la seguridad humana, que puede ser
definida inicialmente como la protección universal contra el delito violento o
predatorio. Seguridad ciudadana es la protección de ciertas opciones u
oportunidades de todas las personas (su vida, su integridad, su patrimonio),
contra un tipo específico de riesgo (el delito) que altera en forma “súbita y
dolorosa” la vida cotidiana de las víctimas. Pero la seguridad ciudadana es un
concepto mucho más restringido que la seguridad humana: primero, porque se fija apenas parcialmente en uno de los siete
componentes que se incluyen en la seguridad humana (la que llama “seguridad
personal”); segundo, porque excluye los daños causados por la naturaleza y,
tercero, porque considera solo un tipo particular de acción humana (los delitos
contra la vida, la integridad y el patrimonio).
Con todo, y sin negar la importancia de otras
dimensiones de la seguridad humana, vale destacar cinco características de la
seguridad ciudadana que le dan una centralidad, una urgencia y un cariz muy
especiales:
•
En primer lugar
puede decirse que la seguridad ciudadana está en la base de la seguridad humana.
“En
efecto, el hecho de estar vivo es la oportunidad más básica que puede disfrutar
un ser humano; la integridad personal es condición necesaria de su libertad y
dignidad; y el patrimonio –que es necesario para adquirir casi cualquier bien o
servicio– es fácilmente la siguiente oportunidad en importancia. La violencia o
el despojo criminal sin duda califican como amenazas “graves y previsibles”
contra estas tres oportunidades fundamentales, cuya protección viene a ser el
objeto de la seguridad ciudadana” (PNUD, 2010:31).
•
En segundo
lugar, la seguridad ciudadana es la forma principal de la seguridad humana.
“Pudimos
y aún hoy podemos vivir indefensos frente a la naturaleza –frente a los
terremotos, la enfermedad y la muerte–, pero nuestra supervivencia como especie
depende de un “contrato social” que nos impida destruirnos los unos a los
otros. Lo contrario sería aquella
“guerra de todos contra todos”, el hipotético estado previo a la sociedad donde
“el hombre es un lobo para el hombre”, donde se roba y se mata para vivir y
donde, para seguir con las palabras clásicas de Hobbes, “la vida humana es
solitaria, pobre, desagradable, brutal y breve” (PNUD, 2010:31).
•
En consecuencia,
y en tercer lugar, la seguridad ciudadana garantiza derechos humanos fundamentales:
“Los
cuales, recordemos, “son los derechos que tienen todas las personas, en virtud
de su humanidad común, a vivir una vida de libertad y dignidad. Otorgan a todas
las personas la posibilidad de presentar reivindicaciones morales que limitan
la conducta de los agentes
individuales y colectivos
y el diseño
de los acuerdos sociales, y son
universales, inalienables e indivisibles” (PNUD, 2005:16). Por ende, el
fundamento de las políticas de seguridad ciudadana no es otro que proteger los
derechos humanos “universales, inalienables e indivisibles” de las víctimas
actuales o potenciales de la delincuencia” (PNUD, 2010:31).
•
En cuarto lugar,
y derivado de lo segundo, la protección contra el crimen viene a ser el deber
más inmediato del Estado e incluso la razón misma de ser del Estado.
“Lo cual
en todo caso implica que la seguridad
respecto del crimen es un componente esencial de la ciudadanía y un derecho
fundamental del ciudadano o ciudadana, vale decir: que no solo cabe la
reivindicación “moral” sino que existe una base jurídica para exigir la protección del Estado contra el crimen.
Este carácter de obligatoriedad jurídica (que es el rasgo distintivo de la
ciudadanía), por supuesto tiene implicaciones de fondo para las políticas o
programas de seguridad humana” (PNUD, 2010:31).
•
Por último, pero
de singular importancia, la seguridad ciudadana atañe inmediatamente a la
libertad, que es la esencia del desarrollo humano.
“un
delito es un acto deliberado de un ser humano en perjuicio abusivo de otro ser
humano. El delito es una “opción” o una oportunidad para quien lo comete, pero
es precisamente la opción que un ser humano debe descartar porque destruye
injustamente las opciones del otro. El delito es una opción indeseable y
su mejor antídoto es la existencia de
alternativas legítimas” (PNUD, 2010:31).
La Policía.
La policía en todas partes es y debe ser la principal
responsable de la seguridad ciudadana, según expone PNUD (2010), las policías
de la región deben caracterizarse por el apego a su condición de servicio
público, por su independencia frente a los partidos políticos y los poderes
fácticos, por su vocación civilista y por su profesionalización. En términos
organizativos, deben tener atribuidas y diferenciadas las tres funciones
clásicas de prevención
policial, investigación criminal
(con perfecta claridad en cuanto a sus relaciones de dependencia con los
organismos de investigación judicial) y gestión policial.
El PNUD (2010), plantea que
las policías deben tener una estructura flexible para adaptarse a las cambiantes realidades sociales; deben
promover la especialización y el
trabajo en equipo como actitudes organizacionales que no se contradicen; su
personal debe estar capacitado y motivado para cumplir fielmente las
tareas asignadas; la policía debe estar bien equipada,
especialmente cuando se trate de perseguir al crimen organizado; y debe estar
cerca de los problemas en tres maneras diferentes: Por su despliegue
territorial, por su interés en los hechos criminales que más afecten al común
de la gente, y por el estilo de relación que sus miembros establezcan con la
comunidad.
Según el PNUD (2010), hay que reafirmar y consolidar
el carácter público y civilista de las funciones e instituciones policiales en
América Central. El carácter público se expresa en dos aspectos:
·
Autonomía frente
a la agenda y las presiones del poder político-partidario (incluyendo las del
gobierno de turno).
·
Independencia de
los poderes fácticos, garantizada mediante:
El carácter civil de la policía resulta de su
dedicación a la seguridad ciudadana y la distingue de las fuerzas militares,
cuya función es cuidar de la seguridad nacional. La policía previene y persigue
los delitos, las fuerzas militares defienden la soberanía frente al ataque armado de un Estado extranjero.
La policía debe cumplir dos funciones diferentes: (La
prevención policial y la investigación criminal); para cumplir estas tareas hoy
se necesita de una tercera función suplementaria, que según en el programa de
la Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD (2010), se denomina “Gestión
Policial”. Esta división tripartita debe reflejarse en el organigrama, en los
manuales de procedimiento y en el perfil de los funcionarios respectivos, de
manera que ellos mismos y el público en general sepan muy bien a qué atenerse
en cada caso:
La
prevención policial consiste en tres tipos de labores relacionadas:
“ (a) El patrullaje (para disuadir, anticipar
riesgos, detectar delitos en curso y alertar a víctimas potenciales);(b) el
control (de armas, de identidad de las personas, de alicorados o bajo el efecto
de sustancias psicoactivas en el espacio público, de cumplimiento de normas de
sanidad, o de requisitos administrativos de establecimientos abiertos al
público), y (c) la atención a solicitudes de la ciudadanía (demandas de ayuda
de víctimas, o de mediación en conflictos)” (PNUD, 2010:339).
La investigación criminal que, según la estructura
institucional de cada país (si se asignan o no se asignan funciones de policía
judicial a unidades especializadas en la policía) debe incluir la primera o
ambas de las siguientes cosas:
“(a)
Recolección y uso de información sobre los modos de actuación de la
delincuencia, manejo adecuado de las técnicas para cuidar “la escena del
delito” y recabar y conservar las
pruebas pertinentes, organización y uso de bases de datos para
identificar sospechosos y reincidentes, y (b) Recolección metódica y
sistemática de información que pueda servir de prueba para esclarecer
responsabilidades individuales por hechos específicos presuntamente punibles”
(PNUD, 2010:339).
La
Profesión de Policía
El policía o la policía requieren formación cuidadosa,
porque su oficio es complejo y delicado; también requieren de especial
motivación, puesto que el suyo es un oficio noble y sacrificado. Según lo
expone el PNUD (2010), la profesionalización de la carrera policial es pues un
capítulo obligado en el esfuerzo de mejorar la seguridad de los ciudadanos y
las ciudadanas; este proceso pasa por una serie de medidas graduales y
complementarias a los efectos de:
“-
Establecer los perfiles y criterios aplicables a la selección, formación,
capacitación permanente, sanción y promoción del personal.
-
Establecer controles internos y externos que aseguren el respeto por la carrera
policial en sus etapas de selección, formación, destinación (a tareas o
geográfica) actualización, desempeño
(hoja de servicio) ascensos, promociones y retiro. (…)
- Contar
con un sistema que cobije la formación policial básica, la de agentes con
educación media, la de oficiales de carrera, la de especialistas en distintas
ramas, y la de mandos operativos, estratégicos y tácticos.
- La
formación en cada nivel debe incluir el entrenamiento básico táctico, el
entrenamiento operacional avanzado y la gestión estratégica de policía.
-
Especializar la formación y la carrera policial según las tres funciones
básicas de la institución (prevención policial, investigación criminal y
gestión policial). (…)
- Darle
un peso significativo a las competencias y a la excelencia académica entre los
requisitos de permanencia y asenso en la institución (…)” (PNUD, 2010:8).
La UNES y
los Programas Nacionales de Formación.
La Universidad Nacional Experimental de la Seguridad
(UNES) es una institución de educación superior especializada, cuya misión
principal es formar para transformar. La Universidad garantiza el derecho a la
seguridad, con una formación integral de base, continua, diversificada,
transdisciplinaria y actualizada. Además, sustenta su modelo educativo en la
visión del ser humano como centro y sujeto de aprendizaje.
La creación de la UNES se inscribe en un proyecto de país que toma como base
los postulados recogidos en la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, la cual define una perspectiva para entender la seguridad, en la
cual la concurrencia y la participación protagónica del pueblo son dos
componentes esenciales; razón por la cual los procesos de aprendizaje en la
UNES están fundamentados en la creación intelectual, la sistematización de las
prácticas y problemas de seguridad (en los contextos nacional, regional y
local), en el intercambio de saberes y en la participación activa de educadores
y discentes. UNES busca lograr la profesionalización y dignificación de la
labor de los órganos de seguridad del Estado, en pro de la garantía efectiva de
derechos para todas las personas.
La UNES le ofrece la oportunidad a las jóvenes y a los
jóvenes de cursar estudios superiores para obtener el título de Licenciada o
Licenciado en Gestión Policial, bajo el Programa Nacional de Formación (PNF)
Policial. A la discente y al discente se le entrega la Certificación de Oficial
de Policía al culminar el primer año de su formación. Al sumar los dos años,
recibe el Técnico Superior en Servicios Policiales.
Los Programas Nacionales de Formación (PNF) se crearon
mediante Resolución 2.963 de fecha 13 de mayo de 2008, publicada en Gaceta
Oficial 38.930 del 14 de mayo de 2008. El propósito general de los PNF es
constituir redes de conocimiento y aprendizaje para la generación,
transformación y apropiación social del conocimiento en las respectivas áreas,
al servicio de la Nación y, en particular, promover activamente la articulación
y cooperación solidaria entre las instituciones universitarias, y los
organismos del Estado, empresas y organizaciones sociales, en función de la
pertinencia de la formación y la creación intelectual.
Mediante los PNF se busca crear la movilidad nacional
de estudiantes, profesores y profesoras; la producción, distribución y uso
compartido de recursos educativos; así como también, la formación avanzada
de profesores, profesoras y otros profesionales.
Los Programas Nacionales de Formación presentan las
siguientes características: Es humanista, integradora, abierta,
participativa, flexible y motivadora y los que
se manejan en la UNES son:
·
PNF Policial
·
PNF Bomberil
·
PNF Investigación Penal
·
PNF En servicios Penitenciarios
Bases
legales
La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, (Gaceta, 1999)
vigente, en efecto, establece en su artículo 2 que: “la educación y el trabajo
son los procesos fundamentales” para alcanzar los fines de la sociedad y del
Estado. En este sentido, la Misión Alma Mater constituye la concreción de una
exigencia a nivel nacional que se contextualiza en la transformación social y
cultural en una perspectiva de Estado docente, que orienta la educación para la
formación del ciudadano y la ciudadana de acuerdo a las perspectivas y
aspiraciones de la sociedad venezolana.
Se ubica
en el contexto de una educación integral permanente, de calidad para todos,
concebida como un continuo de desarrollo del ser social y que define la
pedagogía en un contexto total e integral, de forma que los niveles y
modalidades, como instrumentos administrativos del sistema educativo, se
correspondan a los períodos de vida y de desarrollo del ser humano en
consideración a los aspectos biológico, psicológico, cultural y social que lo
determinan, lo que implica una pedagogía coherente desde la perspectiva
humanista, orientada a la formación de una cultura ciudadana, dentro de las
pautas de diversidad, participación y solidaridad, en un marco de equidad y
justicia social
Asimismo,
se basa en los artículos 102 y 103: ”La educación es un derecho humano y un
deber social fundamental…”; porque todo el pueblo tiene este derecho
irrenunciable, “Toda persona tiene derecho a una educación integral, de
calidad, permanente, en igualdad de condiciones y oportunidades...”, ya que
cada persona lo necesita para su desarrollo individual en pro del colectivo.
“La educación es obligatoria en todos sus niveles, desde el maternal hasta el
nivel medio diversificado... El Estado creará y sostendrá instituciones y
servicios suficientemente dotados para asegurar el acceso, permanencia y
culminación en el sistema educativo...”
Así mismo,
destaca la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela (1999) la necesidad de un currículo que atienda a
la diversidad de contextos sociales y culturales, para fortalecer a las
culturas particulares y a la identidad local y nacional. Esto significa un
currículo con una práctica pedagógica contextualizada, que considere las
experiencias ambientales y del entorno familiar - comunitario, para así obtener
viabilidad y pertinencia social y cultural.
Aunado al
tema de la educación, la CRBV fundamenta a nivel constitucional la seguridad ciudadana en su artículo
55, entendiéndola como la protección de los derechos, libertades y garantías
constitucionales en el seno de un estado democrático y social de derecho y de
justicia. A su vez en el artículo 2 propugna como valores superiores de su
ordenamiento jurídico y de su actuación, la vida, la libertad, la justicia, la
democracia, la preeminencia de los derechos humanos, la ética y el pluralismo
político.
Igualmente en su artículo 326 manifiesta que la seguridad es una
corresponsabilidad entre el Estado y la sociedad civil para cumplir con los
principios de independencia, democracia, igualdad, paz, libertad, justicia,
solidaridad, promoción y conservación ambiental y defensa de los derechos
humanos, así como para lograr la satisfacción progresiva de las necesidades de
la población, esta corresponsabilidad abarca los ámbitos económico, social,
político, cultural, geográfico, ambiental y militar.
En el año 2009 se materializa la Ley Orgánica del Servicio de Policía y
del Cuerpo de Policía Nacional Bolivariana la cual crea y organiza la Policía
Nacional Bolivariana, dependiente del Ministerio del Poder Popular para las
Relaciones Interiores, dicha creación está sustentada en el artículo 332 de la
CRBV, donde se considera a los cuerpos de policía como uno de los encargados de
la protección de personas, hogares y familias, y al aseguramiento y disfrute de
garantías y derechos constitucionales. Así pues, se conceptúa un nuevo modelo
policial cimentado en principios humanistas, orientado a la profesionalización
de la labor policial y sostenida en valores de respeto y garantía de los derechos
humanos de los ciudadanos y ciudadanas.
En la Ley Orgánica del Servicio de Policía y del Cuerpo de Policía
Nacional Bolivariana, específicamente en el artículo 58 se establece que los funcionarios
serán formados en la institución académica, con un currículo básico y con
diversificación según las disciplinas y áreas especializadas del servicio. Es
conveniente señalar, que en el artículo 29 de la Ley del Estatuto de la Función
Policial establece que “el proceso de formación inicial para la carrera policial
estará orientado por los principios de capacitación profesional; entrenamiento
instrumental efectivo; protección y tutela de los derechos humanos y garantías
de las personas; ética de servicio y dignificación de la función policial,
adoptando un currículo flexible y adaptable a la dinámica y evolución social y
tecnológica que inciden en el desempeño
de dicha función…”.
En la Resolución N° 173
del Ministerio del Poder Popular para Relaciones Interiores y Justicia (2012)
Normas Relativas a la Implementación y Seguimiento del Servicio de Vigilancia y
Patrullaje Policial, de acuerdo con la presente resolución, los cuerpos de
policía, en sus diversos ámbitos político territoriales, deberán implementar
conforme a las recomendaciones, instructivos y manuales, que a tales efectos
establezca el órgano rector, un plan de servicio de vigilancia y patrullaje
policial. Este plan debe tener como objetivo fundamental crear una capacidad de
respuesta organizada de los cuerpos de policía, en la prevención de hechos delictivos,
así como en casos de emergencia o incidentes que requieran la atención de algún
órgano o ente de seguridad, direccionándolo de acuerdo con sus capacidades y
competencias.
Con la entrada en vigencia
de esta medida, todos los cuerpos policiales en sus distintos ámbitos político
- territoriales, deberán adecuar su servicio de vigilancia y patrullaje
policial a los principios establecidos en la Ley Orgánica del Servicio de Policía
y del Cuerpo de Policía Nacional Bolivariana y a la mencionada resolución.
Igualmente
existe una Ley de Universidades, (Gaceta, 1971) la cual dictamina que las
universidades son instituciones de la Nación, destinadas a formar profesionales
para ayudar a resolver los problemas del país, a través de la enseñanza, la
implementación de valores éticos, para así concluir con la formación integral.
Establece, al igual que la Carta Magna, que las Universidades son autónomas, es
decir podrán implementar su reglamento interno, planificar y realizar los
programas de investigación, podrán elegir a sus miembros y autoridades, y,
administrar sus recursos (Arts.2, 3, 6 y 9). La universidad realizará cada una
de sus funciones docentes y de investigación en las diferentes escuelas por la
que está subdividida (Art.47) (Ley de Universidades 2001).
El Consejo Nacional de
Universidades y la Oficina de Planificación del Sector Universitario, trabajan
en conjunto y apegadas a las leyes mencionadas con anterioridad, para presentar
un marco de referencia común a todas las universidades para la aplicación de
las estructuras programáticas, velan por el cumplimiento de la Ley de
Universidades y demás normas y resoluciones. El CNU y la OPSU, determinan los
lineamientos que permiten la evaluación de las universidades, basados en 5
elementos: calidad universitaria, autoevaluación, autorregulación, rendición de
cuentas y acreditación (CNU).
En enero 2002 se creó el
Ministerio de Educación Superior (MES), puesto que, no existía en el país un
verdadero sistema nacional de educación superior coherente y coordinada, sino
un conjunto de instituciones con objetivos muy diversos. Por ende, se crea el
Reglamento del Ministerio de Educación Superior, el cual establece, entre otras
cosas, en los Art. 57 hasta el 59), sobre la Dirección General de Currículo y
Programas Nacionales de Formación, que esta dirección tendrá por objetivo
principal organizar las estrategias dirigidas para el diseño y la elaboración
de los programas de formación, así como al cambio de currículos y prácticas
educativas conforme a impulsar los valores de solidaridad y responsabilidad
social, para satisfacer las necesidades regionales y nacionales. Se encargan de
preparar, en conjunto con las instituciones de educación superior los
lineamientos curriculares para los Programas Nacionales de Formación en
concordancia con los Planes de Desarrollo de la Nación, impulsan a las
universidades la reestructuración de los currículos de acuerdo a las
necesidades actuales (Ley Orgánica de Educación Superior 1980).
Todas y
cada una de estas leyes, reglamentos, normas y disposiciones, fueron concebidas
para poder brindar una educación superior basada en su calidad, pertinencia
social y valores éticos y morales. La educación es un bien social, un derecho
para todos sin distingos sociales, económicos y raciales, todos tienen derecho
a una educación encaminada hacia la excelencia.
La unidad
curricular Vigilancia y Patrullaje está inmersa en el nuevo modelo policial que, por
poseer un carácter de proximidad a la comunidad adquiere gran importancia, pues
debe formar a funcionarias y funcionarios policiales que responden a las
solicitudes y requerimientos de las ciudadanas y ciudadanos de manera inmediata
debido a la cercanía hacia la comunidad.
Según el Consejo General de
Policía de la República Bolivariana de Venezuela, en su Baquía 6. Por las
Calles del Pueblo:
“Se denomina
servicio de Vigilancia y Patrullaje al conjunto de medidas policíacas de
carácter público que durante el recorrido de patrullaje realizan los
funcionarios de los cuerpos de policía, destinadas a garantizar la seguridad a
las entidades e instituciones, jurídicas y físicas, el buen orden de
convivencia y obstaculizar la ocurrencia de hechos delictivos”.
En consecuencia, todo esto
hace que esta unidad curricular sea imprescindible, ya que mediante su puesta
en práctica se logran estrechar vínculos importantes con la ciudadanía, en
virtud de que la presencia y la cercanía de la funcionaria y el funcionario
policial, a la gente, genere confianza y seguridad, lo cual incide además en su
disposición para la participación ciudadana, cuestión obviada por el contenido
programático que actualmente se imparte en la UNES. Este servicio es prestado
por el funcionario policial para procurar seguridad a la comunidad a través de
diferentes tipos de recorrido realizados en la misma.
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